Gran casa en el centro del pueblo, que funciona como restaurante desde

Gran casa en el centro del pueblo, que funciona como restaurante desde hace casi 70 años. Comedor rústico pero confortable y muy aseado, en el primer piso. Algo ruidoso. Mobiliario también rústico. Vajilla de loza. La comida se basa en platos típicos de la zona. Excelentes patés y foie caseros y aún mejor son los guisos (oca con nabos, pollo con cigalas, etc). En temporada hay platos de caza (tordo, ciervo, becada, faisán). Perfectamente guisados, de estilo tradicional, sabrosísimos y nada pesados. La “oca amb nabs”, el plato estrella de la casa, es extraordinario e inalterable después de tantos años. Sensacional. Raciones generosas y servicio atento y familiar. Postres caseros y auténticos.

La carta de vinos está casi centrada en tintos. Variada, actualizada y bastante extensa, con mucho Rioja y Ribera, además de Somontano, Priorat, Penedés, Empordà, etc. Muy buenos precios (tienda x1,5 e incluso menos conforme se va subiendo de nivel). Tienen copas grandes pero son gruesas y pesa