Extenso menú degustación a precio competitivo

Siguiendo mi política de visitar un restaurante con pedigrí de vez en cuando (esta vez estrellado) dirigí mis pasos a Santa Coloma de Gramenet, ciudad limítrofe a Barcelona con (aparentemente) no muchos atractivos. El restaurante se encuentra en una más bien pequeña calle más del centro de la ciudad, un lugar muy normal donde no te esperas un local de esta fama.

El interior, aun sin nada que llame mucho la atención, se nota bastante cuidado. Mesas con sillas cómodas, manteles, servilletas de tela, vaso Riedel. Pido el menú degustación, no sólo por ser el más asequible (36,13 eur IVA incluído), sino también por ser bastante amplio (3 aperitivos +2 entrantes+ 2 segundos + 2 postres + petits fours).

Se empieza con un mojito sólido. En teoría, es melón con sabor a menta. Un buen trozo de textura más dura de lo que me esperaba con (parece) trocitos de hojas de menta encima. Parecía una de esas frutas confitadas de un tortel o roscón. Bueno, pero no me maravilló. Le sigue una oliva gordal con relleno de campari con naranja: aun me gustó menos. Snack correcto pero de sabor algo fuerte. Por último, un falso bloody mary, una pequeña sopa que ahora mismo no recuerdo bien de qué era. Sabor algo fuerte. No estaba mal por lo diferente, pero no me convenció.

Con los entrantes empezó lo bueno. Un maravilloso (quizá el mejor que haya provado) tomate ecológico de Alella (Maresme, Barcelona), de sabor intenso y muy tierno. Le acompañaban unos pequeños raviolis de mozzarella que se desacían en la boca. Delicioso todo. El segundo entrante era una berenjena blanca (aunque la "carne" era marrón) servida bajo un souflé. Éste último quizá era el primero que probaba en mi vida (!), o al menos no lo había hecho en mucho tiempo. No me gustó la textura tan etérea. La berenjena, bien, pero servida para mi demasiado caliente.

Para acompañar, una agua sin gas (2.75 eur el medio litro, precio muy barato). También una copa de vino blanco Alta Alella pansa blanca servida en copa Riedel a perfecta temperatura. No era un vinazo, pero maridó bien varios platos. El servicio de pan, genial. De triticum, uno blanco y uno de semilla, a cual mejor. Crujiente corteza y costra consistente, de los mejores que he probado. Como único pero decir que se pagaba aparte (3.13 eur por dos rebanadas) , pero que lo hice a gusto.

Luego, bonito con cítricos. Cocinado en la Róner, perfectísimo el punto (la tecnología hace maravillas) y con una salsa de cítricos muy apropiada. De sobresaliente. El último plato "salado", una costilla de cerdo "bien criado" con aromáticos y ensalada de hinojo. Flipé con el punto de la carne. Sabrosísima, se deshacía. Merecía casi la visita... Tomé una copa de tinto (Montsant, Joan d'Anguera 2013). Muy digno, 3.85 eur cada copa con IVA. Precio asequible pero las botellas estaban sobre 6-7 eur. Los dos eran vinos del año.

De postres, primero "Júlia". Helado de chocolate blanco sobre salsa de pistacho con rosas, lichis y peta-zetas que explotaban en la boca. El helado perfecto y los acompañantes a su altura. Luego, pera picante (no mucho), dos trocitos pequeños, helado de té especiado en salsa de chocolate negro. Más contudente que el primer plato dulce; los dos, de gran nivel para un menú de este precio.

Los petis fours no me convencieron mucho. Una mini-coca de llardons (creo que chicarrones en castellano), de sabor muy fino pero que no me aportó nada nuevo. Un chupito de infusión de canela al Brandy, tenía algo de alcohol. Estaba bien conseguido, pero para mi no es lo que espero de petit four. Bombón relleno de mojito (más alcohol, no me gustó la combinación de sabores)... tampoco lo vi apropiado. Pedí café, que tampoco me llamó la atención. Bueno, sin más, con sobrecitos de un par de tipos de azúcar.

En resumen: valió mucho la pena, sobretodo por el pan y los 6 platos intermedios. El local creo que merece la estrella y el servicio me pareció bueno sin llegar a la excelencia. Explicaciones correctas, pero algo forzadas aunque te contestaban amablemente cualquier duda. Los lavabos, por cierto, muy normales(tampoco es algo que valore mucho). Lo recomiendo, eso sí, por lo que he comentado antes.

  1. #1

    oscar4435

    En la brecha , esa pareja sigue currandoselo bien , asi da gusto.

  2. #2

    Craticuli

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Y han abierto otro en el centro de Barcelona, informal pero sin chorradas. Muy buena pinta tambien.

    https://observaciongastronomica2.wordpress.com/2014/09/05/bitxarracu-barcelona/

  3. #3

    oscar4435

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Pues gracias a cristina y fran , conoci yo a esta otra pareja .

  4. #4

    Craticuli

    en respuesta a oscar4435
    Ver mensaje de oscar4435

    Si, ya se. Ellos lo han visitado en varias ocasiones, incluso cuando le dieron la estrella a La Lluerna estaban alli.
    Saludos.

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