Con estrella y sin estrella

En un ángulo del piso superior del mercado se ha ubicado este local bajo el mando del capitán Samy Ali con parte del equípo con el que consiguió una estrella Michelín en "La Manduca" para después irse por el mundo a conocer cocinas y montar su local y a su ritmo.

El sitio es pequeño con sillas y mesas altas, algunas frente a la barra dando un aire informal y familiar. Las opciones gastronómicas son muy limitadas e variedad así que lo mejor es disfrutar comiéndose la carta entera, de la A a la Z, mientras te dejas llevar por el ritmo de cocina que es muy adecuado sin pausa y sin parar. El tipo de cocina es una mezcla de las cocinas pujantes actuales: asiática, peruana, mexicana y un guiño a la africana (sudanesa). Es cierto que no hay comodidad en el local que está más diseñado para tapeo que comida formal (un aire informal como en StreetXO), siendo la vajilla, cubiertos etc.. básicos y algo mejor las copas; comida para comer con los dedos y poco apoyos más. Los cubiertos en los cajones de la mesa así como suplementos de servilletas de papel, etc

En el aspecto de bebidas (tragos como aquí les llaman) también sorprende una buena variedad de cervezas artesanas, la carta de los vinos no es muy amplia (hay más en reserva que lo que figura en carta) pero es muy trabajada de vinos muy poco conocidos y con buenos datos siendo muy interesantes; hay también bebidas propias y vermuts. Tomamos unas cervezas de Carabanchel  artesanales: Patanel Ipañel y Patanel Golden Ale y sobre todo 6 copas de Manzanilla TWB der Guerrita (The Wine Bang) en botella de 2 litros, tan buena como exclusiva.

La parte de comidas (bocados aquí les llaman) es muy corta en opciones pero ¡déjate llevar y disfruta! Hemos venido a probar la cocina de Alí así que de principio a final y compartiendo o repartiendo entre los cuatro comensales, disfrutamos con:

. medio gazpacho kimchee x 4: versión del gazpacho andaluz con licuado y espuma de kimchee coreano (en sustitución del vinagre) con su punto picante.

. tako crunchi x 4: taco crujiente de tartar de gamba blanca de Huelva emulsionando con el jugo de sus propias cabezas y una picadita de verduras que incluye jalapeño levemente picante y por encima aliñado con lima.

. huevo dragón x 2: huevo de gallina cocinado 6 minutos, ósmosis china, y terminado con salmuera y soja fumet de reducción de té negro y espinacas con ajo.

. bittersweet big x 2: albóndigas de espinacas envueltas con panceta de cerdo y bañadas con salsa agridulce de carabineros acompañado de gajos de naranja y lechuga romana más unas patatitas.

. aki maki + kimchee (rollito) x 2: rollito tipo primavera relleno de nuestra versión de callos a la madrileña con kimchee de punto picante; en realidad no lleva callos sino pata, morro, tendón, chorizo y morcilla y se remata con hojita de kimchee

. lo mejor del pollo x 2: la piel del pollo con tomillo salsa huancaina a base de ají amarillo y queso fresco, jugo de pollo y queso fresco quedando a modo de torrezno. Genial y sabroso.

. chycha-rro x 2: chicharro en adobo tradicional de chiles mejicanos (chile mulato), judía de soja fermentada y termina en tempura con mermelada de anisados y piel de limón, manzana verde y flor de hinojo para refrescar.

. brandada naam x 2: un pan naan con brandada de bacalao, aceituna negra y guindilla (un enorme piparra -piparrón-)..

Para los postres optamos por compartir uno de cada de los sólidos y probar uno cada uno del chupito:

. palmolita: palmera de hojaldre cubierta de mole de chocolate con ajis y rematada con toppings de cebolla y rábano habanero encurtidos siendo un postre con un punto picante sorprendente.

. basta sudanesa: una versión de un clásico postre de Sudán; un bizcochito hecho en el microondas que se rellena con mantequilla y especias árabes  tierra de almendra. No gustó.

. candy eléctrico x 4: con un punto de sorpresa pues es un caramelo con líquido por dentro. 

Mucha amabilidad en el servicio con cierta complicidad y unas fotos con Ali trabajando hicieron el complemento ideal  de una comida muy, pero que muy, interesante. No sé con qué frecuencia cambian los platos pero es un sitio para repetir sin duda, con una cocina muy fusionada, muy fresca, con leve punto picante en cada plato sin excesos, muy sabrosa y muy diferente; y todo a buen precio.

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