Recién llegados a Jaén, bajo un sofocante calor y sin referencia concreta, buscamos alguna opción para picar algo.
Pasamos por la puerta del local, al que no llegamos a entrar, quedándonos en la terraza que estaba bastante concurrida.
No negaré que me picó la curiosidad y resultó decisorio para quedarnos el ver por ahí las fotos de Dani Garcia que colabora o asesora a la empresa. De lo que me entero ahora es que resulta que se trata de una franquicia.
Una impepinable ronda de cervezas antes de ojear la carta... en total bebimos cinco Cruzcampo de barril (2 € c/u). Cada cerveza se acompaña de una tapa tal como es tradición en la zona.
Como es costumbre en nuestro caso, todo se compartió al centro.
Empezamos con un recatado Salmorejo, cubierto a pachas por huevo duro y un rico jamón que reza en carta es paletilla ibérica. Continuamos con el Tabulé de Cuscús con Atún, siendo la conserva de este último lo más destacable del conjunto. El aderezo del cuscús me evocó a los preparados comercializados por diferentes cadenas de distribución. Acabamos con la Pata de Pulpo sobre Puré de Patata Trufado. Lástima de tentáculo del que solo se podía aprovechar el tercio proximal, estando maltratado el resto por exceso de calor dificultando así su masticación.
Con las bebidas nos obsequiaron con una primera tapa de patatas con mayonesa y una segunda de un arroz con verduras, embebido en aceite, que invitaba a ser empujado a la periferia de la mesa.
Experiencia de franquicia, asesorada por estrellas de la galaxia Michelin eso sí, que nos decepcionó en líneas generales. Ejecuciones deficientes que deslucen un correcto producto pero que, al parecer y a tenor de las opiniones vertidas en otras páginas, cabe que pillásemos un mal día… el caso es que nos cogió a contrapié.