Fogones con sensibilidad y el cine erotico

Nos fuimos a comer al Restaurante El Cachetero en la calla Laurel de Logroño, famosa calle peatonal en la que a derecha e izquierda solo hay restaurantes y locales de tapeo. El Cachetero es ahora regentado por los trabajadores, ya que los hijos de los fundadores no han querido luchar por mantener su merecida fama. Como muestra de ella, Miguel Delibes obligaba a su familia desviarse a Logroño cuando viajaban por el norte, con el fin de degustar la menestra de verdura de este restaurante... gloria bendita!

Empezamos con sus Pochas a la Riojana. Su textura es exquisita, pura mantequilla, su sabor tiene la enjundia de los guisos riojanos de antaño, de la cocina de la abuela. La sensacion experimentada fue un subidon de adrelanina, vamos, como ver a Jack Nicholson y a Jessica Lange enharinados sobre la mesa de la cocina en "El cartero siempre llama dos veces".

Llega una degustación de su afamada Menestra de Verdura. Si la verdura de la Rioja (y la ribera navarra) es insuperable, la forma de elaborar la menestra que tiene esta cocina, consigue ponerte la piel de gallina. Otra vez la sensibilidad que transmite el plato tiene su proyección cinematográfica: te sientes hechizado, como Michael Douglas en manos de la Stone en "Instinto básico ".

Nos comentan que acaban de recibir unos chipirones cuyo tamaño sugiere inusual exquisitez. No nos podemos negar a probarlos. La textura es tan delicada, su sabor tan intenso, esa cebollita pochada con cariño y vino blanco y el toque sutil de la reduccion de soja, con su toque casi imperceptiblemente salado... pura ambrosía, casi llegamos al éxtasis. Nos sentíamos tan "revolucionados" como Tom Cruise, cuando se pone la máscara y se sumerge en la bacanal que se montan en "Eyes Wide Shut"

Para terminar este carrusel de intensas percepciónes nos presentan una Ensalada de Fruta con Sopa de Piña y Helado de Coco. El broche perfecto, nos sentimos como Mickey Rourke frente a la diosa Kim Bassinger a la tenue luz de un frigorífico abierto al mas puro estilo "9 semanas y media". Qué mas podemos decir! Fue una experiencia de tanta sensibilidad que la podíamos denominar erótica-culinaria... y cuando una cocina te impresiona de esta forma, es simplemente memorable .

Es mas, escribiendo este post y recordando, empezamos a sudar como si fueramos William Hurt esperando ansioso a Kathleen Turner en aquel ambiente húmedo de verano sureño que vivían en "Fuego en el Cuerpo".

Cachetero, gracias por tanta sensibilidad y... hasta pronto!!!