Hace veinte años, cuando uno oía el " plop " característico de la apertura de una botella con tapón mecánico, podía ser casi cierto que se trataba de una Flensburger Pilsener. Luego que aparecieron las chapas de hojalata, la firma alemana rehusó cambiar su tapón que llegó a ser su emblema.
De color dorado claro, cristalino, asombra por su giste abundante, espeso, cremoso y de larga retención. Olfateándola, encontramos aromas de granos de cereales machacados, de pajar, de tostada y de pimienta. Esta lager tiene un cuerpo ligero pero su equilibrio, su viveza, su excelente carbonatación son bazas no desdeñables. Llena la boca con notas sabrosas de nueces, de pan de leche y un toque de limón verde. Su regusto es seco, agradablemente amargo y un poco especiado. A nuestro parecer, no alcanza el nivel de las deliciosas Weißbiers. Combinó bien con gallina de Guinea con repollo morado y el famoso queso Limbourg.
La Flensburger Pilsener fue una cerveza de culto en los años 80, gracias a un dibujo animado : los jóvenes consumidores tenían ganas de probar esta bebida envasada en una botella obsoleta. ( PVP : 2,10 € )
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