Opiniones de Clos Mogador
OPINIONES
20

Guardado un tiempo para ver como evolucionaba.

Aguanta el color, picota capa alta, borde cardenal.

En nariz te estremece e impresiona su evolución y su suave y lento despertar, para disfrutar de él durante hora e incluso días. Al principio cueros, mentol, algo de animal, fruta roja bien madura y algo tímida, al rato y después de oxigenarlo un poco, aparece una ligera volátil y mucho terroir, aromas dulces, elegancia, al rato parece una garnacha dulce del Empordà. A las tres horas sigue ofreciendo registros sin perder personalidad, elegancia ni terroir.

En boca entra elegante, acariciándote, tanino bien domado, dulce, ligeramente secante, maduro, boca viva, notables hierbas aromáticas que lo refrescan, aún está hecho un chaval, largo final con complejidad.

y había insertado la cata en la añada de 2005.

Color picota con borde granate de capa alta.

Aromas de buena intensidad y elegantes a frutos rojos y negros con muy buena madurez, los minerales muy presentes, hierbas de campo, finos tostados, especias blancas, mentolados y toques ahumados, la nariz resulta muy compleja y sobre todo expresiva.

En boca es muy sabroso y con bastante finura a pesar de su vigor, el paso de boca se encuentra totalmente equilibrado y redondeado, los taninos nobles pero todavia vivos, el retronasal magnifico con muchos de los aromas de la grande nariz, la acidez muy bien y el final muy largo y con mucha persistencia.

Un vino que se encuentra en un estupendo estado, pero que gracias a sus "atributos", mejorará algo con el tiempo en botella.

Cata a ciegas de varios Priorats. Gusta al grupo mucho, y en nariz aporta balsámicos, notas animales, cueros, barniz y notas vegetales-térreas. En boca, es largo, la llena, notas de fruta madura, cierta calidez, sabroso y con los minutos se pule.

En su día estuve en una cata vertical de Clos Mogador y realmente todas las catas de este vino son obras de arte y del terruño. Entre las añadas y para mi gusto hay diferencias. La del 2005 me encanto, pero la del 2004, a pesar de su estructura y su intensidad aromática, no me llegó a emocionar tanto dentro de lo espléndidos que son estos vinos. Eso me ha pasado con esta añada. Es un vino contundente, muy serio y estructurado, pero no sé si es que le falta botella o el momento no era el adecuado, pero a pesar del disfrute, no me llego a emocionar como otras añadas de Mogador. Color rojo picota intenso. En náriz buena intensidad con aromas de fruta y minerales. En boca entra bien, es frutal, con buenos taninos. De todas formas un gran vino.

Resultó excitante volver a catar este vino, esencia del Priorat y que parece mantenerse formidable en el tiempo. Un Priorat serio, contundente, estructurado, poderoso y complejo, pero a la vez con una boca pulida, envolvente, cálida, sublime. En nariz sus registros parecen interminables, brea, tinta china, compota de fruta negra, tostados finos, cremas, cedro, ahumados, regaliz, bosque húmedo, humus. La boca resulta sobresaliente en su paso largo y tánico, pero maduro, frutal, equilibrado, todo un aitzplacer y un privilegio

Increíble el disfrute que obtuvimos de este Mogador ayer por la noche, junto al amigo Pingus, después de un excitante 1999, bebido hace un tiempo, y que se mostró muy vivo en el tiempo.
En este caso, encontramos este 2006 a un buen precio (siempre contando que estamos hablando de este Priorat, ya sabemos lo que vamos a pagar y hay que asumirlo, desde luego).
El tema es que la historia requería y buscaba una doble comparación (en familia y "entre" familia).
Recientemente, en una cata de vinos de René Barbier celebrada antes de las vacaciones en Barcelona, tuve la oportunidad de catar un Mogador muy joven (2008), el cual se mostró sorprendentemente bebible y disfrutable. Además, y por añadidura un excelente Manyetes 2006.
A esto voy porque en mi particular caso y opinión (y, por supuesto, basándome en las añadas que de estos dos vinos he probado) me parece este 2006 una añada clave de Barbier, donde se dan la mano en excelencia sus dos grandes vinos tintos.
Y vuelvo a repetir, pensando y emitiendo un juicio respecto a las añadas que he podido disfrutar.
Porque estos vinos se disfrutan y aunque halla veces (como en otros tantos grandes vinos ocurre) y se diga que no existen "Mogadors" malos, sí los hay un poco mejores, y todos tienen su momento.

Nota de cata:
Abierto y decantado 2 horas antes de su servicio. Corcho en perfecto estado y mojado en su justa medida. Además, como quizás no me había ocurrido en otras añadas, en este caso no presentó, ni en el decantador ni en copas, ningún tipo de suciedad, posos o sedimentos algunos.
Visualmente se presenta con un picota oscuro de capa alta y un finísimo y cautivador ribete morado; junto a ésto, una lágrima abundante en la copa, medio densa y más transparente que tinta.
La nariz vuelve a ser la de los mejores Mogadors de toda la vida: Compleja, expresiva, bastante potente y con mucha persistencia, mucha. Creemos que esas dos horas también ayudaron y fueron suficientes para que el vino se soltara con alegría, rapidez y solvencia.
Pletórica, evolutiva en copa a lo largo de la noche. Para mí, repito, de las mejores "narices" de este vino. Recuerdo un cerradísimo 2004 y un perezoso 2005 catados entre veremeros hace ya tiempo. Este no era el caso, desde luego. A bastante distancia en cuanto a esta fase (por supuesto, por encima de ellos).
Fruta macerada en licor (quizás al principio, el licor se note mucho), aunque luego se calma esta apreciación, para bien. Notas (por añadidura) de barniz, lacas, algo de la madera (no mucho). Balsámico y mineral a tope.
Agita que te agita, llegan las sensaciones que para mí hacen único, inimitable e inigualable, a este vino: se me ponen los pelos de punta recordando el bosque Mediterráneo; su monte bajo (la naturaleza y su tierra en una botella). Pino, regalices, muuuucho romero, tomillo, alguna sensación de hojarasca y tierra venidas a menos....brutal.
Y nunca decaen esas buenas sensaciones. Como bien encontraron los Germans Ibor en su anterior nota de cata acerca de este vino, un adjetivo que ni pintado: cautivador.

La boca está a la altura (y eso, ya es muy dificil): Gran trago, cálido. Más frutal que en nariz. Taninos firmes, envolventes. Una acidez, por supuesto, a prueba de bombas, batallas y guardas prolongadas. Menos madera y sí más balsámico y mineral. Largo "como un día sin pan", en el paladar y un final de recuerdo persistente...que quedará para el recuerdo!!
Bueno, no puedo decir a estas alturas que no sea un incondicional de este vino. Pero, claro, uno siempre tiene que tener "al hijo predilecto"; a su "ojito derecho" o a la "niña de sus ojos", verdad?
Aunque uno no deba decirlo...o sí?
Normalmente el precio es el que siempre se le supone, pero en nuestro caso lo conseguimos por unos 47€; creo que bastante comedido para ser un Mogador.
Como dije con su hermanito, el magnífico Manyetes 2006: no lo dejen escapar.
Apuesta segura.

En copa se muestra picota con ribete cardenalicio, en nariz es cremoso, con regaliz, con fruta roja, con violetas. En boca está pulido, fruta roja, largo, sabroso, algo seco, cierta madera y llena la boca. Posee acidez. Catado a ciegas, no llega a las expectativas.

Queremos hacer un apunte que creemos es básico para estos vinos. Son vinos con los que se ha de tener paciencia, entenderlos y que después de haber probado diez vinos que René Barbier elabora el Priorat, llegamos a la conclusión de que no tiene mucho sentido hacer una nota de cata convencional, por varios motivos, por la evolución una vez abiertos que tienen, al momento te ofrecen una cosa y al cabo de tres horas todo cambia y te ofrecen nuevas sensaciones y porque seguramente si abrimos los mismos vinos dentro de seis meses o un año no tendrán nada que ver con lo que son ahora y seguramente te trasladarán con nuevas sensaciones y no porque estén más maduros sino por lo vivos que aún están. Vinos emocionantes.

Vino catado en cata vertical de Clos Mogador 2008, 2007, 2006, 2002 mágnum i 1997.

Decantado 2h antes.

Visual: Color rojo picota cardenalicio, de capa alta, borde violáceo, con lágrima, presencia de precipitados y eso que lo han decantado.

Olfativa: Alta intensidad, complejo, mineral y balsámico, gran evolución, aparece el Priorat, fondos frutales, hierbas aromáticas y el bosque de pinos, muy balsámico, cautivador.

Gustativa: Boca amplio y muy golosa, carnoso, dulce, calidez mediterránea, estructura potente, sedoso, elegante, muy largo final goloso.

Con las añadas 2006, 2002, 1997 comprobamos las diferentes fases de elaboración y de investigación de René.

No puntuamos, por su evolución, porque darán más de sí y porque son vinos para disfrutarlos.

Color picota oscuro con ribete rubí y capa media-alta. Limpio y brillante.
Bastante cerrado en nariz. Carácter mineral casi impenetrable, con pizarra mojada y tiza acompañando a las frutas rojas y a algunas hierbas de monte.
En boca da su mejor medida. Resulta goloso y cálido, con taninos marcados, fruta en licor y acidez algo justa. Final largo. Necesita unos cuantos años más en botella.

Visual rubi de capa media.
En nariz amapolas silvestres, rosas, y polen, miel, caramelo, te trasladas al campo. En boca es tremendo!: Nuez moscada, cafe a la naranja, coca cola, geranios y jazmin. Buenos especiados, llegando a un postgusto de chili y cacao amargo que casi se masca hasta el final. Son sabores de otoño, de una estacion que me gusta mucho. Gran cuerpo y tambien buen alcohol para 1 botella. La liebre y el cochinillo lo maridaron feten.

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