Un vino para tomar fresco, disfrutando del momento y con una sonrisa “ traviesa “ en la cara.

Como pocos Bodegueros en España Álvaro Palacios, y en este caso junto a su sobrino Ricardo Pérez, pueden representar lo mejor de este sector contados con los dedos de una mano. Hay visión, preparación, inteligencia emocional, enológica y comercial ( unidas es un valor añadido super potente ) y también la comunicación internacional. Sus vinos ( Álvaro ) se ganaron el mercado español hace años, pero antes los del Mundo, por su sinceridad, autenticidad y unión a un terruño concreto. De Priorat poco puedo decir ya que sus vinos están en primer nivel internacional y aclamados por los principales gurús del gremio, pero cuando pruebo las otras elaboraciones como estas de El Bierzo, veo que el listón sigue en línea incluso con sus vinos de nivel de entrada. Hay frutas del bosque maduras bajo notitas elegantes de tueste y flores ajadas bañadas en esa vegetalidad volante y mentolada. En boca encontramos una fruta madura del bosque, pero “ traviesa “ bajo matices vegetales y de regaliz que no te dejan indiferente. Sensación en el posgusto algo rustica, agreste, pero a la vez meditada y equilibrada. Un vino para tomar fresco, disfrutando del momento y con una sonrisa “ traviesa “ en la cara, como la propia de Alvaro Palacios y de Ricardo en muchas de las fotografías en las que aparecen.