Esta es la primera vez, que, invitado por un amigo, gran conocedor de la gastronomía, y forero de pro, acudía a este restaurante.
Tenía verdadera ilusión por comprobar, motu propio, si los comentarios, que, habían llegado a mis oídos, se ajustaban o no, a la realidad. La experiencia, totalmenete placentera, no sólo colmó mis expectativas, sino que, las superó ampliamente.
Es un restaurante de ambiente desenfadado e informal, pero sólido de bases.
Creo que este restaurante descansa en dos pilares fundamentales, que encarna la persona de Alfonso, y que podríamos definir como "las dos T": Trato (personal) y Técnica (de elaboración de los platos).
En cuanto al TRATO, nada más traspasar el dintel de la puerta de acceso, te encuentras con Alfonso, persona que aúna una sonrisa (y como dijo alguien "una sonrisa se comparte con todo el mundo, mientras que una mala cara queda para el que la pone") con una mirada muy viva.
Transmite viveza, emoción y sentimiento, por, y en, lo que, hace. Es feliz mimándote; supera con creces, con su actitud, el servicio y atención propios de un restaurante. Te explicará de forma didáctica, todo aquello que te va a servir; atenderá con interés cuantas cuestiones le formules, ya sea, en lo referente, a la composición de los platos, ya sobre el vino que ha escogido para tí.
En cuanto a la TECNICA, en este restaurante se practica una cocina natural, de mercado, sin florituras ni disfraces. Productos de gran calidad, perfectamente tratados, a precios sorprendentes; ya comas el menú del día, ya a la carta o siguiendo las sugerencias de Alfonso.
Los tiempos de presentación y retirada de los platos,totalmente ajustados, con una precisión propia de un cronógrafo suizo.
La temperatura de los alimentos, la óptima; ni muy caliente, ni tibia; a salvo, claro está, las ensaladas y platos fríos.
El punto de cocción, el justo. Luego me detendré en cada plato de los que constituyeron, nuestro particular festín.
La BODEGA, está suficientemente comentada, en las distintas intervenciones, que preceden a ésta, por lo que me remito a ellas. Los vinos portugueses, por variedad, precio y origen, de Matrícula de Honor.
El menú presentado para la ocasión fue el siguiente:
ENTRANTES:
PRIMERO .-Ostra Oleron con cava solido y cremoso de Lima y apio. Extraordinaria pieza, del tamaño de una Napoleón, con un sabor profundísimo y una textura firme, muy firme. Hay que comerla, por su tamaño, en, al menos, dos tiempos. El sabor se ve potenciado por la lima y, especialmente, el apio, que le da una frescura, peculiar, nada intrusivo y diferente, de otras preparaciones, como pueda ser, por ejemplo, la manzana verde. El cava sólido, perfecto partenaire. Muy bueno.
SEGUNDO.- Ensalada valenciana. Migas de bacalao, naranja macerada en fondillon y queso Extramuros de Los Corrales. De este plato, destacaría las lascas del bacalao, cuya fuerza queda casi "domada", por una extraordinaria naranja al fondillón. El queso, notable de sabor y cremosidad.
TERECERO.- Burrata con pesto de sardinas ahumadas y piñones. La burrata pura crema. Se deshacía en la boca. Buen contraste con el pesto, enriquecido con la sardina y el punto de los piñones. Fantástica la frescura del queso.
PLATOS PRINCIPALES:
PRIMERO.- Kokotxas de bacalao con parmentier de eneldo y cremoso de sobrasada ibérica. Un suave pil pil de Kokotxas, que, casaban, perfectamente, con el parmentier. Este último, por sí solo, llena, por sabor (¡qué patatas!) y textura (cremosidad), el plato. El cremoso de sobrasada se obtiene cocinando ésta con una salsa de tomate, que alegra el producto. Para repetir.
SEGUNDO.- Carrillera de ternera del Valle del Esla con salsa de Marsala y arándanos. Siendo la carne excepcional, se deshacía en la boca, atribuyo el mérito de este plato a la salsa de vino, con ese punto dulce, característico, del Marsala. Bien complementados por los arándanos; de todos, es sabido, que, las frutas rojas/negras, conjugan perfectamente con los guisos suculentos de carne.
QUESOS:
1.- Queso de servilleta de cabra artesano de pequeño productor de Requena. Punto de cremosidad media, suave pero sabroso.
2.- Comte 16 meses de Maduración. Más tierno y suave que otros Comte, manteniendo la textura granulienta, característica de estos quesos. Fantástico. Repetimos.
3.- Berskwell. Ingles de oveja de leche cruda 36 meses de maduración. Sorprendente por su sabor. No desmerece en absoluto cualquiera de nuestros grandes quesos. Sorprendente.
4.- Queso Azul de oveja Latxa de Guipúzcoa. Excepcional, por cremosidad, pese a ser un oveja nacional, es un queso de pasta blanda. Profundo de sabor y a la vez tierno. Un gran descubrimiento.
VINOS: Manzanilla Sacristía 2011 Primera saca. Julien Pilón 2010. Viogner. Malhadinha 2007. Chardonnay, Verdelho, Antao Vaz. Esporao Reserva. 2008 Aragonez, Trincadeira, C. Sauvignon. Extraordinarios todos ellos, pero, destacaría la finura y elegancia del Viognier; pura seda.
Finalizado el festín, se sale contento, porque te ha atendido gente contenta, satisfecha y feliz de lo que hace. No necesitan trabajar, en otro lugar o zona de la ciudad, para sentirse realizados.
Como acertadamente, ha indicado Javier46, no es fashion, ni snob. Yo añadiría, que, ni falta que les hace.
Es "cool".
Quizás, haya que recapitular, especialmente en estos momentos difíciles, y hacer examen de conciencia, sobre si la felicidad y la alegría, radican en lo sencillo, en lo cercano, en los pequeños detalles con alma. Yo, al menos, empiezo a preguntármelo. Y si es así, y creo que lo es, este es un restaurante que por reunir estas características, tiene el éxito asegurado.
No juzgo el precio. Fui invitado. Pero por lo comentado, imbatible.
No conozco este restaurante, aunque espero que no por mucho tiempo, y hay algo que aparte de un apartado específico suelo incluir en el entorno, y es el trato (caso La Pitanza por ejemplo).
En este restaurante veo que las valoraciones del entorno son un poco ajustadas a pesar de que todos habláis muy bien del trato recibido.
Le costó entrar, y menuda maestría tiene.
¡Otro exagerado! Si el maestro del toreo (basta con leer tus comentarios) eres tú.
En mi caso particular doy mucha importancia al trato personal, por ello en muchas ocasiones cambiaría de muy buen grado el entorno exterior y los lujos interiores por un trato como el que por lo visto prodiga el tal Alfonso, y si ello va acompañado de una buena comida a muy buen precio, ya ni te cuento.
Por descontado que hablo con total desconocimiento de causa y total confianza en el buen criterio de la inmensa mayoría de comentarios.
Pues sí, la verdad. ¡Anda que no no tienen arte con el lapicero, la pareja!...
salu2
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