Tras la visita a Bodegues Ribas (por cierto, muy recomendable), acudimos a comer a este restaurante gracias a la recomendación del veremero ToloS, (de verdad, muchas gracias), no sin antes decir que intentamos reservar mesa con una semana y pico de antelación y solo gracias a una cancelación y llamandonos justo el dia antes irnos pudimos disfrutar de una de las mejores comidas de la isla.
Restaurante no muy grande, una pequeña barra donde te reciben, muy amablemente y un salón con apenas 8 o 10 mesas. Decoración moderna, muy sobria, mesas muy bien vestidas, con una correcta separación, vajilla, cuberteria y cristaleria de calidad. Por poner algún pero, quizás un tanto bullicioso, debido a que el resto de mesas estaba compuesto de varios comensales.
Al lio, solo dispone de un menú degustación al sorprendente precio de 30€, Santi Taura aparece al principio y te lo explica con todo lujo de detalles, pero mi memoria cada dia está peor y apenas recuerdo los nombres.
- Ortiguillas de mar en tempura, presentadas en un cucurucho, muy ricas, mezcla de sabor a mar con un toque picante y especiado.
- Una especie de fideuá, con allioli, panceta y trozos de pescado, muy, muy buena, sabor superconcentrado y perfecto punto de los fideos.
- Pastel de verduras, acompañado de una salsa y algun tipo de crujiente, quizás lo mas flojo.
- Lubina gratinada con verduritas, piñones, albahaca y tapenade, la mejor lubina que he probado con cierta elaboración.
- Pularda rellena sobre crema de calabaza, creo que llevaba orejones y algo mas, otro plato magistral.
- Fresas con reducción de vinagre balsamico y helado de queso, buaff¡ el final perfecto, que bueno.
Para la cria nos pusieron un escalope de pollo con patatas fritas, 12€, probé un trozo y la verdad es que estaba muy bueno.
La carta de vinos, sin ser muy extensa, está bastante bien extructurada, tocando casi todas las DO nacionales y algún que otro vino foraneo, precios bastante moderados.
Para la ocasión optamos por un Gramona Imperial a 25€, servicio de decorche, prueba y rellenado de copas y con la pularda, una copa de un Cabernet Sauvignon mallorquín bastante decente.
Terminamos con unos buenos cafes.
En definitiva, si tienen intención de visitar Mallorca, vayan haciendo su reserva.
Fresas con reducción de vinagre balsamico y helado de queso
Pularda rellena
Pastel de verduras
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