Un sendero desde los refrescos al vino?

Si a un mosto de moscatel le pusiéramos algo de chispa y le dejáramos azúcar residual tendríamos esta bebida a medio camino entre un refresco y un vino. Entiendo que busca -como dice Arrutzi- un perfil diferente de consumidor que viene de las bebidas refrescantes y quiere probar con el vino. De color amarillo pajizo. La nariz, de buena intensidad, viene claramente marcada por el carácter de la moscatel, con una fresca y dulce, algo de almíbar, flor blanca golosa y algún matiz láctico. En boca la burbuja es gruesa, pero no chisporrotea así que el paso sin ser el de un cava es relativamente franco, el azúcar se nota y siendo claramente dulce no es empalagoso -¿de cuanto azúcar residual podemos estar hablando?-, es bastante fresco y de trago muy largo.
En general no lo recomendaría a quien ya está introducido en el mundo del vino. Además el nombre de "moscato" me suena demasiado a un clónico de los moscatos italianos y le resta originalidad.

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