Casi dos años después.

Como ya indicaba en la valoración anterior, estas joyas se agotan, asi es efectivamente, ésta que he descorchado y DISFRUTADO, es la penúltima botella que me queda y el gran problema que llevo años si ver este vino en los mercados.

La nariz es muy compleja y al mismo tiempo elegante y con gran expresividad, todavia llena de frutas y aromas secundarios.

La boca sigue siendo una verdadera maravilla, (me dan ganas de usar mayúsculas, para que se sepa que es de verdad, verdad). A pesar de su estilo y gran finura, es muy variado y expresivo, que buen beber tiene y que gran disfrute ofrece.

Grande, grande y con una excelentísima RCP, ya que me costaron sobre los 50 €. El corcho no esta nada mal, aunque no se encuentre a la altura del vinazo, un 7.

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