Un valor siempre seguro

Visité la bodega en 2007, y en aquel momento caté 2001, 2002 y 2003. Es una de las pocas de la Denominación que posee el viñedo en ladera. Pascal Delbeck ha ejercido de responsable de la bodega desde 1975, y tras diversos avatares la marca se vendió en 2008 a Jean Pierre Moueix. Siempre me ha parecido la mejor relación calidad precio en su gama, mucho más seguro por precio que Angelus, y, por calidad, que el muchas veces imprevisible Figeac. Doy fe de que los vinos envejecen prodigiosamente; probé hace un año y medio en Toledo un 1992 y estaba realmente magnífico. Siempre me he preguntado el porqué de que no sea un vino habitual en España, ni en restaurantes ni en tiendas. Vamos con este 2004:
Rojo picota, con trazas oscuras. El ribete de momento aparece rosa claro. Capa bastante alta. Limpio y con buen brillo. Lágrima densa, lenta y desordenada. Corcho de excelente calidad.
Abierto y expresivo desde el primer momento, la decantación no es necesaria. Nariz profunda y compleja, en la que observamos tonos a frutas negras, regaliz, pimiento, cueros, laca de uñas, caja de puros, cueros y tierra mojada.
En boca muestra cuerpo y un esqueleto en forma, con una notable acidez, unos taninos domados y un gran trabajo de la madera. Sabores frutales, mentolados, ahumados, minerales y terciarios.
Postgusto elegante, largo y con un gran abanico de sensaciones.
Un vino sobrio, con multitud de matices, distinguido y austero. Conservo en casa un par de botellas de 2003 que guardaré un tiempo. Posteriormente veremos que tal le sienta el cambio de propietarios.