Última botella que me quedaba de este vino y ayer, con visita en casa, era un buen momento así que cayó.
En la copa el vino aparece de color rojo picota, nada atejado todavía, capa alta y lágrima densa que tiñe la copa.
En nariz tiene intensidad media-alta, aparece bastante fruta madura mezclada con los tostados y vainillas de la madera.
En boca el vino tiene un gran ataque, es complejo, amplio, todavía con una acidez interesante. El tanino está pulido.
Es un vino que me sorprendió hace unos años en Madrid, no sólo por lo que había dentro de la botella sino también por la botella y la etiqueta. A día de hoy creo que hay cosas mejores en la zona de Madrid pero sigue siendo una buena opción.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.