Una velada con Yllera.

El teatro abre sus puertas una hora antes.
En el escenario a oscuras
el protagonista se concentra, ya ha sido expuesto al aire
de esta sala aún vacía.
Respira pausado
mientras piensa en aquel año caluroso
caluroso bajo el halo se presenta:
soy un hijo bastardo.
He cumplido siete años.

En ese tiempo,
la almohada mojada de su corcho erecto
se ha teñido en púrpura sangre viva
-ese es el color exacto del vino- he comentado
a punto de emocionarme.
-así es la fragancia de una bodega- yo también respiro.

Por fin el espectáculo comienza
y tu sonrisa astuta, tras una brillante lluvia de burbujas amoratadas,
te delata en rubí. Aunque se te nota demasiado que todavía
no has aprendido a llorar del todo.
Orgulloso sacudes tu capa medio delgada
sobre tu cuerpo denso;
vigoroso enrollas picotas oscuras.

Ese ha sido tu primer juego de manos.

La presencia de tu aroma
sutilmente insinuada, está envuelta de una oscuridad
concesiva a tu antojo balsámico.

Forrado de cuero almizclado te encadenas
desapareces,
tras la hoguera de cacao, travestido en Mon Cheri.

La sala entera se pone en píe ovacionando esa fruta.

Aún con la boca abierta
la entrada es suave, casi perfecta, escapista
de repente tu acidez es una fiesta
sorpresa
que no termina tras el telón tostado caramelo
tu final largo
tu rastro de hierbabuena
tu piruleta regaliz de fresa.

Vas de forever young,
de ilusionista:

y puedes permitírtelo, aún tienes tiempo.
Los dos sabemos que no eres Houdini
y que tu elegancia es algo brusca
aunque tiene gracia;

tu virtud es esa chispa
que tan bien decora tu traje raído de corte clásico.

Este aplauso es para un vino valiente
para el prestidigitador que se niega a envejecer.

Salud (!!)

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Jzm2000

    Eres grande, muy grande, pero que grande que eres...me has emocionado.
    A tus pies, me presto, no por cobardia, sino por absorbencia...
    Que esos textos que tu escribes, no merecen otra cosa, que no sean...
    Aplausos, caricias, reminiscencias, y halago, mucho halago.

  2. #2

    Aha B

    en respuesta a Jzm2000
    Ver mensaje de Jzm2000

    Vaya, muchas gracias.

    De verdad me he sentido halagado, muy halagado
    hasta demasiado.

    La culpa la tiene el vino.

    Lo más gratificante es saber que ha conseguido emocionarte,
    porque si algo siento al escribir es precisamente eso:
    emoción.

    Un abrazo.

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