Excelente para el tiempo que tiene

Dicho sea de paso, el que beba este vino que no espere un crianza Rioja frutal típico.

Hablamos de un vino de 8-9 años (cata a principios de 2011).

Sin embargo, es un señor vino para el tiempo que tiene. Otros crianzas de 2002 estarían imbebibles ya. Este vino está bebible aunque gustará mucho (si está bien conservado) a aquéllos amantes de los aromas típicos de los Riojas viejos (Reservas y Grandes Reservas) pues tiene notas terciarias, animales y de leve oxidación que recuerdan a otros vinos de mayor categoría de la misma Rioja.

Visual: rojo cereza oscuro ligeramente apagado, ribete teja amarronado que indica que está en la frontera ya entre la fase de plenitud y la de declive (si es que no está en ligero declive ya).

Nariz: portentosa todavía para el tiempo que tiene, notas de ligera oxidación si no decantamos. Recomiendo encarecidamente su decantación si todavía alguien va a beber este vino. Reminiscencias muy ligeras a fruta roja madura, madera de mucha calidad, especiados, cueros, ahumados, notas animales, cedro, piedra caliza y toques oxidativos que disminuyen conforme va pasando el tiempo de aireación del vino.

Boca: entrada suave y fácil aunque con un puntito oxidativo y a pimienta, no llega a estar picado pero es urgente beberlo, no se aprecia mucha fruta pero sí madera de calidad y otros sabores a Rioja clásico viejo. Final medio-largo, persistente, retronasal agradable a Rioja viejo clásico.

En resumen: a diferencia de lo que comenta otro forero, yo no creo que este vino esté muerto, pero sí es viejo. Para el tiempo que tiene, es una proeza que esté tan sumamente bueno y bebible. Estamos en 2011, bebiendo crianzas de 2007 básicamente, alguno nuevo de 2008 y limpiando ya las existencias de crianzas de 2006,2005 (y en último extremo 2004) en nuestras bodegas personales... 2002 ya es demasiado, francamente. Además, llega a su vejez bien, es decir, tiene "buena vejez" y va a morir con las botas puestas. No es apto para quien busque mucha fruta ni un crianza normal, sino para alguien que le gusten los vinos viejos y clásicos de Rioja pues no está todavía picado y está bebible aunque, claro está, en decadencia.

Llegados a este punto, cuando ha pasado tanto tiempo, cuenta más la botella en particular que la añada y la bodega: es crucial aquí la trazabilidad de la botella durante su vida y la conservación que haya tenido.

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