Visual rojo bermellón con ribete púrpura-tornasol de aspecto majestuoso, quizá lo mejor de este caldo. Notas de pizarra y por supuesto suelos calizos minerales en nariz, conjuntados con potentes taninos de tatuaje y amargor con toques de bayas y café torrefacto lejano. En Boca cacao amargo rallado, sotobosque y aromas afruta madura con pequeñas notas de plátano y toffe catalán, así como una brizna de friligana de miel y frambuesa silvestre. Muy potente en boca, redondo y pesado con larga perdura retronasal y demasiado amargor en postgusto, sin perder un buen balance de acidez en todo momento. Con el paso de la botella en la cena, el 15% de volumen, deja demasiados bencenos aromáticos rojos de etanol y persistencia mineral seca en evolución.
etiqueta genial, señorial y a la vez moderna con incursión juvenil en el mapa.
Añadiré que acabo de maridarlo con queso parmesano reggiano y empanada casera, cocinada por mi, de carne boloñesa y orégano.
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