Hay que darle aire

Amarillo, glicérico. Limpio y sin gran brillo.

Un toque acético que va y viene y que cuando deja paso a otros matices, es cuando aparecen las frutas maduras, el membrillo, las almendras, el brioche y los tostados.

Boca firme y opulenta, de acidez notable, con una madera y un alcohol aún presentes y con un paso que deja salivando.

Final largo que deja recuerdos a frutos secos.

No conocía al productor, y el vino me ha gustado. Al parecer se elabora con las barricas de vin jaune.

 

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Thierry

    He, he, tengo una botella recién comprada. Bueno a saber!

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