Sólo sé que no sé nada

Oro viejo. Burbuja cremosa. Limpio y brillante.

Amable (adjetivo que no es peyorativo en este caso, sino que lo empleo como sinónimo de “abierto”) y accesible desde el primer momento. Uva blanca, levísimos toques tostados que le aportan misterio, mantequilla, algo de bollería, frutos secos y mucha, mucha tiza.

Boca amplia, gustosa, rica en matices y compleja. Un vino que lo es por los cuatro costados. Fresco, pleno de sabor y redondo. Sí, leo sorprendido que no ha hecho la maloláctica (no está nada verde, cada vez más, me doy cuenta de que no sé nada) y que para rizar el rizo, el degüelle tiene fecha de febrero de 2019. Estructura, sabor y piedras, pero sobre todo, placer.

Placer. Placer en todas sus acepciones. Realmente no recuerdo haber probado una pinot meunier así.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar