En esta última botella se percibe un buen equilibrio entre elegancia y fuerza, es un vino que me recordó a los Burdeos jóvenes, esta muy presente la Cabernet S. con esos aromas a lápiz, ceniza de puro y buena fruta, jugoso con final amargo, puede ser por sus 18 meses de barrica nueva, pero no llega a opacar la fruta ni tampoco la acidez. Muy sabroso, está botella fue un regalo de un amigo que la trajo de Chile por alrededor de 25 dólares, si es así es como para comprar una caja.
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