Señores, esto es un Ribera del Duero como Dios manda! Color cereza madura

Señores, esto es un Ribera del Duero como Dios manda!
Color cereza madura, de capa media-baja, con lágrima rubí, casi marron.
Al abrir la botella emanan aromas de cueros, fruta negra madura, iodo, y un tufo ribereño que me pone los pelos de punta.
Tras una hora decantado, expresa su clasicismo de alma, olores especiados ligero,bodega húmeda, frutas secas, mar, sal, y cueros ajados. El mineral es suave y me recuerda aquel verano paseando por las tierras de Quintanilla de Onésimo, su madre patria.
Boca maravillosa, un toque amargo que lo dota de fuerza, y una acidez subida de tono para que siga envejeciendo todavia por un buen tiempo. Increiblemente se le nota su tanino, redondo y algo astringente en las encias. Largo, muy largo... Trago medio, amplio recorrido y firme estructura.
El retro eterno, añadiendo aromas de regaliz negro amargo, cueros de marroquineria, y un final en boca acido, como de pruna poco madura.
A perdido toda su potencia a cambio de rusticidad y elegancia clásica. Buen cambio!
Que gran futuro el de estos vinos, lo compré en Agosto de 2003 en la propia bodega por 11€!
La botella que me queda, no la descorcho hasta el 2010!

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