Botella tomada en restaurante.
De color ámbar oscuro con destellos cobrizos y lagrima de gran densidad.
En nariz me ha recordado a las manzanas asadas que hacíamos en el horno de hierro fundido de mi bisabuela, manzana Golden y caramelo quemado.
En boca tiene una entrada golosa, cítrica, con una perfecta conjunción de dulzura y acidez, recordándome una y otra vez a manzana asada.
Muy, muy rica.
Un producto que desconocía hasta hace poco y que me cautivó, aunque el precio me pareció caro (por lo pequeña que es la botella) teniendo en cuenta que el producto base, la manzana, no es cara. Quizás la elaboración sea más costosa por artesanal.
Saludos
Hombre barata no es, pero está rica, rica, rica.
En cuanto a la elaboración, será igual de costosa que un vino, dejar madurar las manzanas, prensarlas, fermentar y a la barrica, ya he probado yo, vinos dulces mucho mas mediocres y con precios que asustan.
Un saludo.
A mí me encantó. De hecho la hemos valorado igual. Quizás porque la sidra es barata, me impresionó más que el precio fuera más elevado que otros vinos dulces.
Muy de acuerdo contigo en que por ahí hay cada castaña a precio de champagne...
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