Sencillamente espectacular. Desde el confort, pasando por el servicio, el vino y, evidentemente por su cocina transparente, de calidad, con sabias elaboraciones e incluso abundante. Muchos aperitivos y tapas que preceden unos platos puros y sin fisuras. El vino y su servicio, magistrales. Joan Carles Ibañez demuestra ser uno de los grandes; cuida cada detalle. La carta extensa (700), con notables referencias extrangeras. Tomamos un Nun Vinya dels Taus 2005 (Penedès;100%Xarel·lo), Joan d’Anguera El bugader 2004 (Montsant espectacular, divino) y un Mas de Can Blau 2004 (Otro Montsant con más carácter de madera y recuerdos de coco). Buen café. El unico pero es el precio pero uno ya sabe a lo que va.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.