Me suelo llevar mala impresión cuando en un restaurante pido un par de vinos y no los hay, eso es una mala señal. En un sitio al que solía ir siempre estaban cambiando la carta ...
Cuando las expectativas son altas, suele pasar dos cosas o sales pegando botes o sales con cierta decepción.
El local esta cerca del centro, bueno Soria es una ciudad pequeña, nada esta lejos, después de probar los famosos torreznos, muy rico y un poco de marisco de Soria, recomendación del amigo Aurelio nos acercamos hasta Baluarte.
Según entras a tu derecha, bajando unas escaleras tienes el comedor, con ocasión de las jornadas de boletus, tenían un menú de este extraordinario hongo, quizás por eso había varias mesas de grupos, el local a tope y mucho ruido.
Tardaron un poco en atendernos y hasta la mitad del menú la cosa fue más bien lenta, di que nosotros, fuimos cuatro amigos, teniendo vino en la mesa, no se nos hizo pesada la espera, al final de la velada se disculparon y nos invitaron a un chupito.
Empezamos con una infusión de boletus , sabrosísimo , hasta el punto que hubiese jurado que era un caldo de jamón , pero al final de la comida el joven chef , cuando se lo comente , me dijo que era una reducción de varias setas , entre ellas la siitake , alga kombu , etc.
Setas de otoño, plato de boletus, con espuma, flores y demás abalorios, otro plato muy sápido, nos gusto.
Bombón de pimientos de temporada con hongos al ajillo negro y velo de panceta, otro plato que mantenía un buen nivel de sabor y presentación.
Ravioli con pasta fresca rellena de boletus, foie, boniato y aire de trompetas de la muerte, el enunciado lo dice casi todo, seguimos con sabor y armonía otoñal.
Huevo con panceta de Soria con hongos remolacha y ensalada liquida, versión huevo berrasategui, un plato también a buen nivel.
Ñoquis hechos en casa a la boloñesa de boletus, aquí empezó a bajar la cosa, ni pena ni gloria.
Caldo de garbanzos con trufa de otoño y migueles, se nos fue desinflando el menú, además coincidimos los cuatro en la apreciación.
Cigala con edulis, la cigala, para mi muy hecha.
Pechuga de pato con escabeche de setas, correcto.
Hongo dulce, una esponja deshidrata de hongo, rica, salada, sápida y una crema de queso, de poco sabor.
Castañas, edulis y chocolate, cremas, galletas y helado, rico también.
Pedimos un poco de queso, para acabar el vino, agradable, y no nos lo cobraron, dos cachos para cada uno, pero se trataba de acabar el ribera del duero.
Tema de vinos , la carta no me pareció muy extensa , empezamos con un tinto , antidoto , a 18€+iva , continuamos con otro Ribera , La Loba , mejor y también mas caro , 35€+iva , y acabamos con un vino , que me gusto mucho , Silentium crianza a 20€+iva , aunque no se si este ultimo precio corresponde al crianza , ya que en la factura me pone reserva , os explico .
Pedimos el silentium de autor, pero después de un rato nos dijeron que no tenían , decepcionados , pedimos el reserva , tardaron bastante , cuando reclame el vino , nos dijeron que no tenían tampoco , la verdad no sabia si llorar o echarme a reír , al final pedimos el crianza de la misma bodega , nos gusto el que mas , el caso es que lo comente en la reunión final con el chef y el joven , uno de los dos que nos atendió y me comento que debía ser un error pues si había reserva , seguía el festival del humor y el caso es que cuando me he puesto a comentar el local , miro la factura y me pone “silentium reserva “ , pero coño , si me he bebido el crianza y menos mal que hago fotos a todo , porque ya me habían hecho hasta dudar .
En resumen, un menú de 56€+iva, en el que brillaron, cuatro platos, los demás correctos, con un servicio lento y con un servicio de vino inexistente, traer botella, cambio de copas y lió con los vinos, mi gozo en un pozo.
Engaño, entre comillas a unos amigos para acercarnos a Soria a propósito, para comer en este local, que yo he recomendado sin conocer y por cierto con éxito y va y me toca el día malo, malo de cojones, sobre todo en cuanto a la atención, el menú bien, sin mas.
Posdata: agradezco la invitación al café y chupitos y los trozos de queso, pero es que el viaje para esto no mereció la pena, aun así sigo recomendándolo si estas por Soria, un día malo , no dice nada de un local que tiene muy buenas referencias .
Me suelo llevar mala impresión cuando en un restaurante pido un par de vinos y no los hay, eso es una mala señal. En un sitio al que solía ir siempre estaban cambiando la carta ...
Y luego te enteras de que si habia una de las referencias , ya te digo eso de las jornadas , no me molo.
a tope local y descordinacion.
Pues platos si , platos no , no fue regular del to.
Descordinacion , las jornadas .
Un lugar de peregrinaje obligatorio en Soria debería cuidar más esos detalles del vino. No me suena ese Silentium. Bien entonces?
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