Reunidos para cenar en el Círculo de Zamora, nos encontrábamos unos cuantos amigos veremeros, dispuestos a disfrutar de un intenso fin de semana cargado de gastronomía, historia, cultura y tradición zamorana.
El local, muy bonito y envolvente, nos esperaba a nuestra llegada con una larga mesa muy bien vestida y decorada con flores secas de colores, a estos 11 comensales hambrientos y sedientos de sabores y aromas de Zamora.
El menú, pactado con anterioridad, consistió en los siguiente platos:
~ Sushi de hongos y salmón en salazón. Solitario en el plato el típico rollo de sushi de arroz con envoltura de alga. Buscábamos el hongo, pero no aparecía como tal, hasta que entre todos dimos con el secreto: el arroz estaba cocinado con él dejando su sello con un sutil sabor a setas. El corazón albergaba el salmón en salazón y todo ello regado de un intenso aceite de oliva.
~ Sopita tamizada de ajo al perfume de lechazo. El plato más esperado y recibido con ansia viva, resultó ser, EMHO, el plato estrella de la noche. Una sopa densa y con un aroma envolvente, consiguió que quedaran todos los platos vacíos en un visto y no visto. Sopa de un color rojizo oscuro, con aroma y sabor a ajo, lechazo, cominos y otras especias y sobre la que flotaba a modo de barquito una rebanada de pan ligeramente horneado con ralladura de huevo duro y perejil. Entre cucharada y cucharada de esta exquisita sopa aparecía alguna sorpresa de agradable lechazo. Uuuuummmmm!!
~ Gambón rosado en costra de patata sobre cachuelas a la zamorana. Sobre un producto tan típico de Zamora como son las cachuelas en su salsa, la molleja limpia del pollo, reposaban dos gambones a la plancha con una cobertura de ralladura de patata horneada y bien tostada hasta conseguir una crujiente costra. Buena combinación mar y montaña.
~ "Bacaliao": bacalao confitado en caldo de agar, brandada de bacalao, pilpil gelificado y piel crujiente al curry. Curioso y original plato que jugaba con distintas texturas pero siempre como gran protagonista "el bacalao". Un taco de bacalao bien desalado y confitado, una brandada muy cremosa formando una especie de bola de helado, un taquito de pilpil compacto y con textura gelatinosa, en mi opinión con un punto pasado de sal. Coronando todo esto, una lámina de piel de bacalao con curry espolvoreado y crujiente a más no poder.
~ Canelón de tocino blanco y morcillo de ternera alistana en salsa de soja. Cuando llegó este plato la mayoría de comensales ya andábamos bastante satisfechos, por lo que, pese a lo riquísimo que estaba, nos costó acabar con él. La fina capa de tocino envolvía el rulo de carne de oscuro color que no podía estar más jugosa, más tierna y más sabrosa. Acompañando al canelón una pequeña bola de puré de patata con un all i oli sobre ella y algo de pimentón. Lástima que la capacidad de nuestros estómagos estuviera ya casi colmada!
~ Delicias dulces. Finalmente, servidos en un plato cuatro pequeños postres: vasito de crema de capuchino, taquito de brownie con vainilla y escamas crujientes, tocinillo con caramelo y mousse de limón con queso rallado y mermelada de fresa. Dulces y agradables pecados para saciar ese final que te pide el cuerpo.
Buenos cafés para finalizar.
Para beber tomamos gran variedad de vinos, el primero servido por el Círculo, verdejo Tres Lunas 2011 D.O. Toro, y todos los que aportamos nosotros de la Bodega Liberalia, Pirita 2009 D.O. Arribes, etc., y puesto que soy completamente incapaz de recordarlos y comentarlos me gustaría invitar a mis compañeros de mesa a realizar un "trabajo en equipo" respecto a los vinos. Fueron tantos los que probamos, de tan diversas variedades y matices, que además de no entrar a valorarlos, sería ideal que cada uno pudierais comentar un vino para completar este comentario conjunto. Por favor amigos! Sabéis que os necesito!
El servicio extremadamente agradable y en lo referente a los vinos, la simpática sumiller, tuvo el generoso detalle de servirnos con mucha corrección cada una de nuestras botellas, explicándonos algunas referencias, así como el cambio de cada copa con cada nuevo vino servido, sin perder en ningún momento la sonrisa y sin incrementar ni un céntimo el precio final. Gran detalle a tener muy en cuenta.
Ni qué decir tiene la gran calidad de las copas de vino, como de la vajilla, cubertería y demás, sobre manteles de algodón de un impecable blanco.
Respecto al local, pese a que ya está descrito por Argug con anterioridad, me gustaría recalcar que me resultó muy bonito y acogedor. El contraste de las paredes de color rojo oscuro con los techos altos en verde lima y los ventanales y cortinas en blanco me encantó, puesto que aportaban al restaurante de estilo modernista un toque actual y vistoso. Además estaba ambientado con lamparillas que desprendían una luz cálida y todo esto unido a una excelente compañía, pues eso! que nos sentimos como en casa! Por lo que aprovecho para agradecer a todos los compañeros la excelente organización, así como la oportunidad concedida de conocer estas bellas tierras castellanas y sus estupendos productos más típicos. Seguid así y no nos perderéis de vista!
El precio es sin vinos y la RCP valorada conforme a este menú concertado.