Peregrinación anual

Un año más tocaba comer la calçotada en este restaurante, no voy a describirlo nuevamente pues ya lo está en mi comentario anterior, añadir que dependiendo del salón donde te ubiquen se disfrutan de unas maravillosas vistas sobre el valle, el restaurante está situado en las primeras estribaciones del puerto del Coll de Lilla que conecta las poblaciones de Valls y Montblanc. Facilidad de aparcamiento.

El menú de calçotada es un clásico de los meses de invierno y originario de esta zona y que ya hace años se ha generalizado y extendido por casi toda la geografia catalana, a los calçots le siguen unas piezas de cordero, butifarra blanca y butifarra negra todo cocinado a la brasa acompañado de alcachofas a la brasa y judias, la calidad tanto de los calçots como de la carne depende del restaurante escogido, en el caso que nos ocupa he de decir que utilizan una buena materia prima. Postres crema catalana y naranja cortada en rodajas.

Hace ya años que acudimos al restaurante entre semana evitando así las aglomeraciones que se producen los sábados y domingos.

El servicio continúa siendo atento, diligente y profesional.

Agua mineral de un litro, porrón de vino tinto y botella de cava Privat.

Cafés y chupitos de orujo.

Sin duda el próximo año repetiremos