En el primer piso

En una casa del casco antiguo de Caldes de Montbui Vincenzo hace ya bastantes años inició su andadura, ofrece una cocina con toques italianos sin que este tipo de cocina sea el que predomina en su carta, un pequeño comedor y la cocina están situados en el primer piso de la casa con 8 mesas lo que propicia que sea el mismo Vicenzo quien te recomienda los platos de menú diario y te aconseja en la selección de los platos de la carta.
En la planta baja disponen de una sala con capacidad para unas 20 personas.
Nosotros nos decantamos en esta ocasión por la carta de primero tomamos una ensalada tibia con calabacín y parmesano aliñada con una magnífica vinagreta y un carpaccio de bacalao. Los segundos un risotto con gambas y saltimbocca a la romana, de postre compartimos un tiramisú.
Tomamos un vino elaborado en la misma población con una pequeñísima producción en una bodega experimental y que no traspasa las fronteras de este municipio y de alguno de los alrededores está incluido en la DO Catalunya: Torre Marimón, y 2 cafés.
La carta de vinos con poquísimas referencias sobre todo de DO de Catalunya, algo más de variedad en vinos italianos.
El servicio correcto.

  1. #1

    Jorgev

    Casa antigua reformada de ambiente tranquilo y acogedor (dispone de tres comedores) situada en el casco antiguo de Caldes de Montbui,al lado de las Termes Romanes (ideal para visitarlas) muy recomedable para cada día y fines de semana (diponen de menú diario(solo días laborables) por 15 euros "todo incluido" de la misma calidad que la carta). También disponen de otros menús que van muy bien cuando vas en grupo...
    La carta es de origen siciliano, la pasta, postres, entre otros son de elaboración propia. Precio-calidad-cantidad,interesante, ya que puedes disfrutar de una autentica pasta italiana sin sentirte engañado, gracias a que no abusan en los precios.
    Recomiendo: Las ensaladas, que dejan de ser aburridas para estar deliciosas, los gnocchi de patata a los 4 quesos (caseros), y de postre un cafe irlandés (servido en una copa de cava, con los tres colores bien diferenciados, el sabor no es nada fuerte a pesar de llevar whisky, parece un caramelo dulce)...
    El servicio es muy agradable y atento, pero sin empalagar...
    Al ser un local acogedor y tranquilo con tres comedores, es ideal para ir en familia, en pareja y comidas de trabajo.
    A mi me va genial para desconectar de la rutina del trabajo y del estrés.

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