Grata sorpresa.

Lo primero que sorprende es como puede haber emprendedores que montan un negocio en un lugar tan inospito. Situado en Abena un pueblo de apenas 27 personas en plena comarca de la Jacetania, accediendo por una carretera secundaria en plena naturaleza pero correctamente indicado.

El restaurante esta ubicado en una casa típica de la zona la cual ha sido reformada. Además de la casa cuenta con un bar exterior con pérgola y puffs para tomar unas cervezas en el aperitivo. Jardín, pequeña piscina desmontable y un porche para poder comer en el exterior si el tiempo lo permite.

Nosotros fuimos un grupo de 12 personas con 5 niños con lo que decidimos comer en el exterior para dejar a los pequeños campar a sus anchas. Mesas y sillas de jardín.
Desde el momento en que llegas notas la hospitabilidad de Sebastian (Gerente) que hace que te sientas en familia. Despues de un buen numero de cervezas y chapuzones para refresacarnos pasamos a degustar el menú sorpresa que consiste en elegir un segundo y esperar que el Chef Joaquin te sorprenda con los entrantes.

Los nuestros fueron:

Gazpacho. Refrescante, sabroso y suave. Con un fondo de crema de vinagre que le da un toque muy vistoso.
Ensalada de queso ahumado. Normal.
Arroz Negro a las finas hierbas con chipirones y gambas. Para todos los comensales fue sin duda el plato estrella, perfecto en la cocción del arroz, la salsa suave y cremosa, los chipirones y gambas en su punto. Uno de los mejores arroces que he probado sin duda alguna. Lo bordan.
Calabazín relleno de pisto y gambas. Plato sencillo y correcto en la elaboración.

Segundos platos. Aqui puedes decantarte por 4 o 5 carnes y un par de pescados. Lo que mas recuerdo son unas carrilleras con guarnición, chuletas de ternasco a la brasa, conelo al ajillo, tajo bajo con setas o jabalí.

Surtido de postres. Flan de cuajada, brownie de chocolate y melón.

Agua y vino de la casa. (Desconozco si hay carta de vinos y las referencias que pudieran tener, por ese motivo no valoraré este punto).

Las raciones son generosas y la atención del servicio excelente, siempre atento a lo que pudiera faltar.
Todo esto por un precio de 22 € / persona.

Si tenemos en cuenta las cervezas de antes de comer, los cafes, chupitos, sorbetes y gin tonics la cuenta ascendio a 34€ / persona.

Se recomienda reservar antes de ir ya que es un restaurante que no creo que este abierto todos los dias.

Aunque no está en el camino merece la pena desviarte por probar platos elaborados en un lugar tan atípico rodeado de montaña, naturaleza y aire puro. Si se está por la zona Jaca, Sabiñanigo puede ser una buena opción.

  1. #1

    lair75

    Joer que buena pinta, ¿cómo lo descubriste?.

  2. #2

    Ricraket

    en respuesta a lair75
    Ver mensaje de lair75

    Mi amigo Luis Javier de casualidad. Si estas por la zona puede merecer la pena por comer fuera del circuito de restaurantes de "carretera".

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