Si estando en Granada te cansas de estar de tapas todo el rato y te apetece comer en un sitio de calidad este restaurante es uno que no te debes perder. Nosotros fuimos recomendados por un amigo de la ciudad.
Fuimos pronto, serian las 13:30, y nos sentamos en una de las mesas de la terraza (en una plaza frente al restaurante). La gran mayoria de las mesas estaban reservadas (era un miercoles en Septiembre) por lo que parece que siempre hay que reservar.
Para beber tomamos vino por copa, primero blanco y luego tinto. En ambos casos optamos por un vino de la zona (Fontedei) aunque tambien tienen 2 o 3 botellas mas de D.O. mas comunes. No vi la carta de vinos, en vez guiandome por lo que me contaba el camarero.
Los entrantes: Una tapa tipica de la ciudad cuyo nombre no me acuerdo (una ensalada de naranja, granada y bacalao) y unos tomates con ventresca.Todo muy rico destacando la calidad de los tomates.
Yo pedi la especialidad de la casa, el rabo de toro. Muy rico, es unos de mis platos preferidos y lo suelo pedir si esta en carta. La salsa muy rica, tipica y la carne se caia del hueso como debe ser.
El servicio, particularmente amable y simpatica, con ganas de recomendar y gustar.
Se trata de un restaurante totalmente recomendable.
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