Siguiendo las recomendaciones de un ilustre de esta página, nos acercamos a comer hasta Brañosera. Día de perros, nieve en el aparcamiento donde el coche tenía tendencia a bailar un vals y ayudas desinteresadas e innecesarias de pedir por parte de la concurrencia.
Salude a Jandrin, tomamos en el bar unas cervezas (dos) unos blancos de Rueda (dos) una coca cola y una de pipas. Si, la cria quería pipas.
Pasamos al comedor, mesa suficiente, mantel superior de papel y copas normales. Antes de pedir la carta una amable y sonriente señorita (Patricia se llama la camarera que no dejó la sonrisa ni el buen hacer en todo momento) nos cantó el menú... y nos apabulló. He leído cartas con muchas menos opciones. Como a todos nos apetecía, de menú comimos. Entre la petición de la comanda y la aparición de los platos pasó ... ¿un minuto?. Creo que ni llegó. A saber, cuatro adultos y una niña:
Garbanzos con chorizo. Excelentes, suavisimos.
Alubias rojas. De matricula, con espinazo de cerdo y tocino. De las mejores tomadas en mucho tiempo.
Lentejas con su compango. Muy ricas.
Ensaladilla. Rica.
Sopa de pescado. Rica.
Tanto las alubias como las lentejas y los garbanzos, se acompañaban de un par de guindillas que hacían un excelente contrapunto.
Lomo casero con patatas y pimientos (tres). Muy rico, jugoso y tierno.
Ternera guisada con patatas. Rica.
Filetes de venado con patatas. Muy rico.
Tarta helada (Contesa)
Flan de café (dos) rico.
Tarta de arroz. Bien.
Servidor, entre las alubias y el venado que comió y los garbanzos, la ensaladilla y la ternera que probó, no tenía sitio ni para agua, asi que pase del postre.
Cuatro cafés, una de agua.
La bodega es escasa (bar de menús) pero al ver unas botellas de Arzuaga crianza 2.009 y siendo devotos de esta casa, cayó una. Una botella de Brut Zero Castellblanch (brut nature) que cumplio. Al solicitar estos vinos, se procedió al cambio de copas, mejorando considerablemente.
Fueron ofrecidos licores por cuenta de la casa que no quisimos.
Y llega la hora de pagar, ahítos le pedimos la cuenta a Patricia y al cabo de un rato nos dice que paguemos en la barra... ¡¡95 euros!!
Salimos y le decimos a Jandrin que se les ha olvidado la consumición previa y dice que no, que está todo. Yo creo que, dados los recuerdos que le di, corrió por cuenta de la casa.
Y volveré, está claro, en cuanto pase por la zona.