Buen lugar

Visita a la casa madre de los dos restaurantes Roser de l'Escala.

Mucha gente, lleno, mucha gente de menú diario pero también gente a la carta. El menú es de 12 euros.

Vamos a la carta.

Entrante detalle de la casa con coca con tomate y anchoas de l'Escala, dos para cada uno.

Somos tres y pedimos una de pescadito frito (en el cuál también hay gambas, chipirones y algún calamarcito), unos mejillones al vapor y unos calamares romana. Todo muy bueno, y raciones muy generosas. Sobraba un plato tranquilamente y eso que somos de buen comer.

De segundo, arroz a la cazuela, estilo ampurdanes. No me convenció. Un poco soso y con mucho tropezon. Quizás demasiado a pesar de ser casi todo limpio, pero entre el pimiento, las alcachofas, los calamares, la sepia, trozo de bogavante, quizás demasiado.

Luego, detalle de la casa con una crema de mascarpone con frutas del bosque y postres, pinya natural y requesón con miel.

Sin cafés.

Bebimos agua y una botella pequeña de Viña Sol.

Pagamos 34 euros por persona. Pensando que pedimos demasiado, se puede comer muy correctamente por 30 euros tranquilamente. Y la próxima vez pediré una fideuá o paella que a mi gusto la hacen mejor (el plato de arroz costaba 16 euros).

Servicio muy amable, aunque la sala está abarrotada y van por faena.

Un detalle que no me gustó, te cobran el pan a 2 euros por persona cuando no lo tocamos. Prefiero que me digan que esos 2 euros son para pagar las anchovas y el detalle de antes de los postres y lo especifiquen claramente.

Un lugar que no suele fallar, aunque ya sabemos que los arroces cada uno tiene sus gustos. Volveré.