Como ya se deduce de alguno de los comentarios, es un restaurante para

Como ya se deduce de alguno de los comentarios, es un restaurante para disfrutar de la calidad de la materia prima.
Vinos pasadísimos de precio, copas muy justitas, así como el servicio en general, pero hay que reconocer que la morcilla, las pochas, el cochinillo y el lechazo, lo bordan.
Pedimos el entrante casi único de la casa, pochas, morcilla, pimientos asados, de plato fuerte, cochinillo y lechazo, de postre las natillas liquidas, que no me gustaron y además nos sirvieron unas tejitas con los cafés, todo eso con agua y botella de Torremilanos crianza por 90 euros dos personas.
Disponen de zona fumadores y bien surtida cava de cigarros. Muy comercial su selección de maltas.
Seguramente volveré esporádicamente si lo que quiero es disfrutar de un asado estilo castellano.