En esta oacsión el tema horario de carretera se conjuga para que rondando las 15 h estemos en el km 175 de la A-3 con lo que, la parada obligada de compra de vinos, se alarga un poco más con la necesidad de comer.
El local mantiene sus mismas esencias, destacando un nuevo armario / nevera con buenos caldos que aisla un poco la zona de cafetería antigua, a la que se ha añadido de forma separada por una entrada una ampliación, y está casi todo lleno. Se nota que es día de carretera.
Sin cambios en la carta de comidas, donde se hacen recomendables siempre los platos de cuchara, así que nos quedamos con:
- 2 raciones de fabes con perdiz que resultaron en ración correcta, buen punto de cocción, algo en exceso de pimentón rojo y con ajustada presencia del ave.
- Unas verduras a la plancha a compartir al centro: buen punto de plancha en cada una de ellas, buena ración y variedad, como siempre.
- cestillo de pan y un pequeño cuenco con patatas chip por cortesía.
- 2 cafés y un Miguelito (de crema) por capricho
Parar beber un botellin de Mahou Sin en buena copa fría y una grande agua sin gas (Fuente Liviana). El resto de copas merece una renovación.
Todo con un servicio profesional, rápido y efectivo. En poco más de media hora, de regreso a la carretera para la salida del puente.
Los precios están igual o algo más baratos que en 2013 aunque han bajado un poco las raciones. ¿Lo mejor? Poder comprar novedades de vinos a buen precio. Y además un buen aceite.