Restaurante abierto hace pocos meses con decoración minimalista aunque acogedora. La carta sorprende por ser muy reducida, apenas diez platos. La materia prima es excelente aunque deja traslucir que en la cocina no se complican con las elaboraciones. Carnes y sepia a la plancha, ensalada de tomate, langostinos también a la plancha...... en fin, bueno por la calidad de los alimentos pero pobre gastronomicamente hablando. Eso sí, la carta de vinos es bastante variada con una buena representación de algunas zonas de España y otras del extranjero, y entre las nuestras encontramos marcas conocidas aunque no muy populosas. También hay que decir que ninguna referencia barata.
Interesante quizás más por la noche por el clima acogedor aunque no creo que vuelva a ir por no ser sugerente en lo gastronómico.