Recomendable, aunque puede mejorar

Restaurante japonés del hotel Eme Fusión de Sevilla. Llama la atención que niegan la reserva para las cenas (solo admiten para almuerzos), con el consiguiente trastorno para el comensal. Al menos te toman el teléfono y te llaman cuando tu mesa está (un detalle). Local con decoración agradable. Distancia entre mesas algo justa, aunque en restaurantes de estilo japonés está asumido. Cocina asiática (principalmente nipona), con algunos platos adaptados. Cena para dos con variado de sushi y sashimi, sopa miso y vietnamita (lo siento, no recuerdo el nombre), teppanyaki de cerdo y yakisoba. Muy bueno el sashimi, con presentación muy lucida y aderezo de varios tipos de alga. El sushi tenía algo menos de nivel. Bien el arroz, pero el alga nori era un poco insípida. Las sopas no llamaban la atención. La miso sabía más a pescado de lo habitual, aunque estaba correcta y la vietnamita quedaba deslucida por el surimi que llevaba. A ver si se van enterando los restauradores que el surimi no deja de ser un sucedáneo. Para mi casa bien, pero en restaurantes... El yakisoba, malo. La longitud de los tallarines era completamente irregular, dentro de que eran pequeñísimos, como fideos, y era casi imposible cogerlos con los palillos, que eran casi planos. El sabor era demasiado fuerte por exceso de katsuobushi (tiras de bonito seco). Lo mejor con diferencia fue el teppanyaki. Hecho con presa ibérica, crujiente por fuera y jugoso por dentro. Simplemente perfecto. La carta de postres no correspondía a un asiático. Algún guiño oriental en alguno de los postres y nada más, así que optamos por no tomar ninguno ya que íbamos bastante llenos. Bebimos agua.

Buena relación precio-calidad.