Aprovechando una mañana magnífica en lo climático en Madrid y tras abrir apetito dando una vuelta por el Rastro, consumamos nuestra reserva realizada la semana anterior en la cervecería La Cruz Blanca de Vallecas para apretarnos un cocidito madrileño (elegido el mejor de España por el Club de Amigos del Cocido). La sensación general es que no es para tanto, pero vamos, comento la jugada y como siempre ustedes dirán...
Ambiente y Local: ubicada en Vallecas, la cervecería pertenece a la famosa franquicia propiedad de Cruzcampo; decoración típica (ladrillo visto, barriles-mesa y una gran barra surtida con tapas variadas), ambiente bullicioso y ciertas apreturas en el comedor. Lo esperado, ni más ni menos. Cuentan con aparcacoches aunque nosotros no encontramos ningún problema para aparcar prácticamente en la puerta.
Comida:
- Aperitivo: pedimos una cervecita y cocacola en la barra, que acompañan con un aperitivo a base de fritos indefinidos (podían ser buñuelitos de bacalao o nuggets de pollo) que quedaron en el plato tras un primer testeo. Visto lo visto, tiramos para el comedor...
El Cocido Madrileño:
- Sirven en primera instancia, casi ipso facto tras el acomodo, un par de croquetas de pringada guarnicionadas con una rodaja de tomate y "alioli" casero -mayonesa con ajo y perejil-. Ricas las croquetas, de generoso tamaño, bien fritas, y bien melosas y sabrosas en el interior. Sorprendentemente bien acompañadas por el tomate fresco y el alioli suave. Buenas sensaciones. Un 7,5.
- A continuación ponen un platillo con piparras -no guindilla malagueta, piparra- y trozos de cebolla cruda. Geniales las piparras -más delicadas y medidas en lo picante que la tradicional guindilla- y bastorros los trozos de cebolla -que no cebolleta-. Sirven también un generoso cuenco de salsa de tomate aderezado con cantidades ingentes de comino: a mi esta especia me encanta, pero entiendo que no todos los paladares funcionan igual, así que considero que deberían medir la potencia. Bea no pudo ni acercarse.
- Sopa: caldo potente y sustancioso, bien desgrasado y perfecto de sabor y temperatura. El fideo -fino- pasadete. Bien en general. Un 6,5.
- Cocido: se sirve en enorme fuente de barro al centro el cocido completo: garbanzos, patata, pelotas, zanahoria, repollo rehogado y las carnes (morcillo, chorizo, tocino y morcilla). Los huesos de caña y las puntas de jamón las ofrecen y sirven aparte -curioso-.
Los garbanzos ricos pero enteros, habiendo absorbido menos sabor del que debieran; la patata y la zanahoria de calidad y al punto exacto de cocción. El repollo, delicioso: salteado con ajito y pimentón y en punto de melosidad para ponerle un monumento. Las pelotas muy ricas -yo no las tomo habitualmente pero me sorprendieron agradablemente-, algo a medias entre una albóndiga y una croquetilla de miga y caldo. Un 7 para esta parte.
Las carnes, en general aprobadas: chorizo y morcilla de corte asturiano (ahumados y potentes, para mi lo mejor sin duda); el tocino de cerdo blanco, servido generosamente y con una terneza y cocción excepcionales. El morcillo, bien a secas: demasiado fibroso para mi gusto y soso. El hueso de caña sin apenas tuétano (horror!) y soso hasta lo indecible; las puntas de jamón anodinas, apenas sabrosas. Un 6.
Y hasta aquí llegamos; no hubo sitio para postre y lo que sobró del cocido (1 ración generosa) nos lo empaquetaron al vacío con vistas a disfrutarlo en casita, tras una laaarga digestión. Las sensaciones generales son buenas pero hay una serie de detalles que en mi opinión claman al cielo: el precio del cocido son 18 euros IVA incluido, pero el pan se cobra a 2 euros y el agua a otros 2 (por barba), lo que ya sube el condumio a los 22 euros. Yo estaba con vino -pedí un par de copitas de un Rioja francamente agradable-, por lo que solicitamos agua para Bea. Sirvieron 2 botellas pequeñas -que abrieron inmediatamente-, resultando que a nuestros vecinos de sala les ponían jarras -entiendo que gratuitas-. Entiendo que nos podían haber ofrecido la posibilidad de la jarra, o de al menos no haber puesto 2 botellas sobre la mesa, máxime cuando dejé bien claro que el agua era exclusivamente para Bea y que en ningún momento especifiqué en mi pedido de agua la palabra "botella": pedimos agua a secas. Sé que hay que vender a toda costa y más en los tiempos que corren, pero una cosa es vender y otra encalomar; esta picaresca tan nuestra a veces me toca las narices, para qué nos vamos a engañar...
El total pagado fueron 60 euros: cocido (x2) 36 euros, pan (x2) 4 euros -chapatas industriales de las que se podía repetir a discreción-, agua (x2) 4 euros -botellas pequeñas-, copas de vino de Rioja 5 euros (x2) y café (x2) 3,60 euros. A esto se suman la cerveza y la cocacola de aperitivo (2,50 euros c/u). Invitaron a 2 chupitos de licor de hierbas.
- Lo mejor: el servicio: eficiente, rápido y amable.
- Lo peor: el Cocido de este sitio no es para tanto ni mucho menos; 60 euros por comerse un par de cocidos en Vallecas? estamos locos o qué?!