Decepción

Restaurante al que hemos ido en varias ocasiones y siempre nos ha gustado, pues si bien el precio es algo elevado, lo teníamos como un restaurante con una materia prima excelente. En cambio,en esta ocasión nuestra visita ha resultado frustante por varias razones. Primero, desde que nos hemos sentado hasta que ha llegado el primer entrante han pasado un total de, sin exagerar, 50 minutos. Al respecto, mi opinón es que todos los camareros iban al 200% y que realmente faltaba personal. Segundo, acudíamos con una niña de 2 años, para la que pedimos (de la carta para niños), merluza a la romana. Era un filete pequeño (cantidad para niño), a 13 Eur/ración. Llega a la mesa, junto al entrante para nosotros, con la pieza totalmente fría en el interior (temperatura nevera), con lo que la única conclusión, como así me reconoció uno de los encargados del restaurante, era que la pieza había sido previamente congelada. Total, que se le repitió la merluza a la niña demorando aún más la comida (al final, la merluza -totalmente insípida- se acabó quedando casi por completo en el plato). Mi segundo, arroz meloso de bacalao, exquisito. La de mi pareja, dorada al horno, correcta. Todo ello sin cafés, ni postres y con sólo un entrante (verduras a la brasa, también exquisito): 89 Euros.