Visita recomendada por el anterior comentario y no defraudó. Local nuevo insertado dentro del hotel La Trufa Negra (4 estrellas) con spa y decoración de diseño, ideal para amantes de la montaña y del esquí, a medio camino de las estaciones de Javalambre y Valdelinares.
En cuanto al restaurante, salón moderno, funcional y con una aceptable separación entre mesas. Copas de vino correctas y carta corta pero con referencias de las clásicas DO, con especial hincapié en los vinos aragoneses.
Para cenar, hay opción de menú de 15€, carta o menú degustación de 40€. La nuestra fue un par de entrantes: carpaccio de atún, foie (exquisito) y dos segundos: tagliatelle con gambas y un chuletón de buey mediocre en su sabor y en su textura. Como plastificado. Servicio excelente y amable. Botella de Tres Picos, del Campo de Borja, uva garnacha, muy rico.
Raciones generosas, pero quizá algo caro (80€ 2 pax). No obstante, repetiremos visita.
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