Buena opción pero.....

Al igual que otros foreros, visita por tercera vez a este restaurante despues de visitar el poblado íbero de Moixent y la bodega Pago Casa Gran.

Mesa para 10 personas incluído un niño. Comimos en el restaurante del hotel, pues el otro comedor estaba a tope. La verdad es que Jose con su caracter y buen hacer ha conseguido una clientela que le llena el local casi todos los fines de semana. Como curiosidad, os comento que sólo tiene vinos de la zona (Moixent, Fontanars dels Alforins y Font de la Figuera). Puntualmente algo de Villena, pero muy poco.

En la mesa teníamos unas aceitunas y dos boles con papas. De beber para el aperitivo nos pedimos unas cervezas y refrescos. En la comida bebimos un blanco Verdil de Daniel Belda, y dos tintos, un crianza Los Pinos y un venta del puerto nº 12 de la Coop. de Font de la Figuera. Los precios de los vinos muy ajustados, creo que 12, 13 y 14 € respectivamente.

En cuanto a la comida, se basa en productos de la zona y hecho la mayoría en horno de leña.

Teníamos de entrantes:
Pan hecho en horno de leña de tres tipos, normal, de espinacas y de sobrasada. Muy buenos los tres, pero a 7,00 € el bol.
Escalivada (no opino porque no me gusta, pero a mis compañeros les gustó).
Montadito de queso con sardina ahumada y "bitet", bueno en general, pero no consigo ver qué pinta el bitet con el resto.
Como detalle negativo, decir que pedimos un plato pequeño con 4 trocitos de jamón para el niño y que en la cuenta nos cobraron a 14,00 lo que entendimos todos como media ración. Reclamamos y como no tuvimos contestación despues de más de 20 minutos de espera, pagamos y nos fuimos mosqueados.

Para comer, el plato estrella, arroz al horno. A diferencia de Roskilde, a nosotros si que nos pusieron tropezones. Es todo cerdo (excelente para el colesterol, pero un día es un día) y algo de garbanzos. El arroz en su punto, y el precio a 12,00 €/pax.

De postre nos sacaron un plato con variado de fruta cortada y otro con dulces, a destacar el flan de calabaza.

Cafés y algún carajillo.

Licores invitación de la casa.

El servicio muy agradable, pero lentísimo. No me gustan los sitios que entre plato y plato tandan una eternidad, porque bebes más de la cuenta entre platos y te hinchas a comer pan. Deberían mejorar este aspecto porque quizás es el que más desluce y cuando te presentan la cuenta piensas que has pagado demasiado. No hay carta, así que no sabes lo que cuestan las cosas.

Resumiendo, local agradable y buena comida buena con los peros del servicio y el detalle del jamón.