COMIDA DE NIVEL.

Acudimos tres personas a este restaurante precioso, decorado con gusto, amplio y armonioso en el centro de Catarroja. Regenta el restaurnate un matrimonio que sin ser excesivamente agradable (la verdad, para qué nos vamos a engañar), son atentos. Él se ocupa de la sala. Hemos venido en varias ocasiones asi que tenemos claro qué vamos a comer. La carta de vinos es amplia, precios en general correctos, aunque pedimos Santa Rosa 04 y no queda, ofreciendonos un vino de esa gama el dueño, Lar de Paula R. 00 (35 euros), asombroso. Para compartir delicias de piquillo (pimiento rojo, queso de cabra y jamon iberico horneados, fantasticos), alcachofas rellenas de marisco (pese a que estaban hechas, notables) y foie fresco con confitura de violetas (bueno, mejor que la media general). De plato principal tomamos un arroz con bogavante inconmensurable. Presentado en cacerola, generoso en cantidad, con el arroz en su punto, justamente caldoso, en fin, que repetimos todos ¡varias veces! Lastima que se acabara el vino y solicitaramos un 3/8, ofreciendonos una botella de Ribera del Duero a "buen precio". Se trataba de Trus, un Ribera del Duero que nos era desconocido, y que estaba fenomenal, potente y rico. El problema, nos soplaron 22 euros por el botellin. Con todo y con eso, una comida fantastica y un sitio muy recomendable, en el que si ajustas un poco puedes comer como un Marques por poco mas de 30 euros.