Restaurante un tanto irregular en todo: Servicio, comida, vino, etc. Está ubicado en un chalet con mucha luz natural por una enorme criatalera y decorado para dar un ambiente cálido. Cuando llegamos nos tenían preparada una mesa en la terraza. Agradable pero ruidosa por el tráfico tan próximo. Creo que deberían advertirlo cuando hace unos 10 días hice la reserva. Su apertura es un poco apresurada, sin duda por ser el día de la madre. Dado el día que ha hecho hoy en Madrid, hubiéramos preferido en el bonito salón interior. Vajilla y copas pidiendo a gritos la jubilación.
Servicio atento, con ganas de agradar pero con despistes, como traernos por segunda vez la carta de postres cuando ya habíamos dado cuenta de ellos.
Aperitivos de la casa como unas aceitunas y un paté anodino.
Cestita de panes variados: Bien.
Comida para 3 pax:
Para compartir:
Milhojas de ahumados con una especie de mouse de aguacate: Bien presentado, pero conseguido a medias.
Ensalada templada de perdiz escabechada con lentejas verdes de Puy: Solo aceptable.
Segundos:
Entrecot de cebón: Aunque lo pedimos al punto, demasiado hecho.
Arroz meloso de pollo de corral, alcachofas y langostinos: La verdad es que estaba muy, muy bueno. El arroz en su punto y con sabor de verdad. El problema, es que sin consultar, sustituyen el pollo por calamar sin avisar. Se lo comentamos al maitre y nos dió la posibilidad de cambiarlo por otros segundos. Por otro lado, sin posibilidad de repetir (raciones por persona a 22.50€ + IVA); es más, mi mujer me comenta en tono un tanto irónico que dónde estaba su alcachofa. Y es que efectivamente solo había una.
Postres:
Capricho de yoghourt griego con compota de manzana: Aceptable (el yoghourt era más bien una crema muy ligera pero carente de sabor).
Tarta de manzana con sorbete de patxarán: Bien pero lo del sorbete...
Detalles en la sobremesa como unas tejitas y unas trufas.
Servicio del vino:
Carta muy corta (3 páginas para todo). Alterna vinos muy clasicones, casi de super, con vinos modernitos (Santa Rosa, Arrayán, Mas de Can Blau, alguno del Dominio de Valdepusa, etc). Precios ajustaditos (x1.5). Tomamos Vallegarcía Viognier 2007 (18.50€ + IVA). Servicio con cubitera pero con copas pesadas (unas Schott vastorrillas). Efectivamente en otras mesas observé copas con publicidad.
Precio total: 166.01€ (inc. IVA, agua 1l a 1.90€, una cerveza a 3€, un refresco y el pan y servicio a 2.25€ por persona)
Nota: Salgo con la sensación de que este restaurante ha pasado por épocas mejores.