Comida con amigos. Comedor interior

Ya era la segunda vez que visitaba este restaurante y hoy la verdad es que ha sido bastante decepcionante sobretodo por la larga espera: hemos llegado a la hora de la reserva y han tardado casi media hora en tomarnos nota, las bebidas se han echo esperar 15 minutos más, luego como 25 minutos más para que llegaran los entrantes y un cuarto de hora más para el arroz. El personal de sal, bastante correcto eso sí, no daba abasto y la impresión era que tenían en ese momento el doble de clientes que se podían permitir.
En cuanto a la comida, bien el arroz caldoso aunque tampoco era cosa de otro mundo y correctos los calamares y la ensalada, aunque los precios bastante hinchados (18 y 14 euros respectivamente). Lo mismo ocurría con los vinos, 14 euros para una botella de 50 cl de Enate me parece excesivo cuando es el precio que se paga por una de 75 cl en un buen restaurante.
En resumen, un local que parece que vive del nombre y que hace pagar los platos que no son especialidad suya (postres y entrantes)al menos un 20% más de lo razonable. De todas maneras, el precio no fue lo peor, sino el trato recibido pues los camareros "pasaban" del tema (no digo que fuera culpa suya) pues incluso se fueron de la mesa (¿!) cuando estábamos pensando el vino, dejándonos a medio pedir. Reitero que el problema no eran los camareros ni la cocina, sino una pésima planificación del volumen de la clientela. Dudo que vuelva.