Hacía un par de años que no visitaba este restaurante al que acudía con una cierta asiduidad, recuerdo siempre el local a tope, tanto la terraza como el comedor interior, mi sorpresa ya fue que la terraza estaba oucpada al 50% y el comedor interior con una ocupación de una mesa de dos personas y nosotros dos, el comedor del sótano cerrado.
Pedimos para compartir pan de coca con tomate, anchoas y buñuelos de bacalao, excelentes como siempre. Seguimos con una paella marinera más que justa en cuanto a elementos marineros se refiere y de sabor bastante insulso.
De postre una crema catalana.
Un vino de Marqués de Alella de la D.O. Alella acompañó la comida,el servicio de vino consistió en el descorche y primer llenado, una cerveza y una botella de agua. Dos cafés.
El propietario Kim Marqués sentado y deshinibido en la terraza pasando olímpicamente de la clientela, siquiera para coger la comanda.
Me costará volver
Yo creo que el problema es la expansión que ha tenido Quim Marqués, que junto con su mano derecha y chef del Suquet, Manel Marqués (no son hermanos) ha ido ampliando su negocio con un restaurante en el barrio de Gracia de Barcelona, Pepa Tomate, otro del mismo nombre en el hotel San Sebastian playa en sitges, ha comprado todo el hotel, un restaurante de tapas La Lola en el centro comercial Las Arenas, y un restaurante de arroces para "guiris" en los porches del mercado de la Boqueria.
En resumen, quien mucho abarca poco aprieta. Ha pasado de ser un buen cocinero y restaurador a ser un empresario de la restauración con lo que todo ello conlleva
Saludos
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