Uno de los sitios míticos de la costa de Denia deja mucho que desear en cuanto a menú, carta y sobre todo precio: abusivo. Llegamos sin reserva de arroz y nos ofrecieron hacer alguno, para 6 personas. Elegimos arròs negre, uno de los típicos de la zona, donde el protagonista es el troceado de pescado para que la salsa de calamar no arruine el sabor.
Empezamos con vino blanco de la zon. De entrantes unos ahumados de pescado con el esgarrat y unas croquetas de boletus. Los ahumados, secos, como cortados con muchas horas de antelación. Las croquetas, correctas.
El problema fue el arroz, con escaso sabor, demasiado socarrado y seco hasta el punto de que costaba arrancarlo de la paella con la cuchara. Por 15,50 euros la ración, es intolerable. En cualquier otro restaurante de la zona, por 5 euros menos se come un arroz mejor.
Los postres, anticuados pero correctos. Clásicos sorbetes helados y coulants. Todo, como vanguardia de los 80, adecuado a un espacio y unos camareros por los que el tiempo solo ha hecho que caer en la costumbre y convertir la experiencia en un ritual de la gastronomía de playa. Lo mejor, con diferencia, las vistas desde la terraza.
Local solo por su gamba roja. Lo demás como si te subes a la maquina del tiempo y retrocedes 40 años.
Parece ser el típico caso de sitio venido a menos que sigue viviendo de las glorias de un pasado cada vez más remoto. Yo, cuando visité la zona, parece que acerté (de casualidad) acudiendo al vecino el Faralló que, aunque tampoco es nada barato, si trabajan un producto de primera de forma magistral. Siempre recordaré las maravillosas gambas que comí allí (tanto por su magnifico sabor como por su elevado precio). Sin duda las mejores que he comido nunca. Un saludo.
Tras cuarenta años como cliente de El Pegolí lamento tener que coincidir con las peores críticas que aquí se publican : pésimo servicio, incluso hostil y despreciativo si no cumples sus expectativas de comanda. Precios fuera de raciocinio para el nivel del restaurante. No es mala cocina pero se sobrevaloran en la cuenta final. Este 2019 han subido una media del 15 por ciento los precios. Lo peor, inaceptable, es el engreimiento y trato altivo de los responsables. Lamento haber perdido un restaurante que los antecesores de los actuales gestores construyeron con buen hacer y trabajo.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.