Un oasis gastronómico en la España vaciada

En un pequeño pueblo de poco más de 150 habitantes, en plena Serranía de Cuenca, se encuentra este oasis gastronómico denominado "Fuentelgato" que en poco tiempo ya figura en la guía roja Michelin y posee 1 Sol Repsol.

El local es pequeño teniendo que reservar con antelación, y dado el producto vale la pena desplazarse a este rincón de la España vaciada para disfrutar de la comida del chef Alejandro y de la sala con Olga.

La primera sorpresa fue conocer este restaurante en plena naturaleza otoñal del entorno y la segunda sorpresa fue el "menú degustación" que desconocíamos y que no figura en carta, pues varia continuamente con los productos de mercado. Al recibirnos Olga nos indicó que no podía desvelar los platos y que nos sugería un vino blanco dada la composición del mismo.

De entrada pedimos un vino blanco Chánselus Castres Blancas, comenzando a desfilar los platos:

* Gamba blanca, nabos y crema de almendras. Refrescante primer plato con las gambas casi crudas.

* Cogollo con ortiguilla de mar. Todo el sabor del mar impregnado el sutil cogollo.

* Lubina al horno con yuzu. Una delicadeza de bocado.

* Ostra pochada con grasa de chuleta de cerdo. Buena ejecución del producto pero sigo pensando que la ostra está siempre mejor al natural (para gustos colores).

* Arroz con cordero y setas. Buena cocción y sabor a monte.

* Pintada con salsa de anchoas y alcaparras. El mejor plato para la mayoría de los presentes, con el contraste de la carne con el sabor de las anchoas.

* Crema de mango con albahaca y rábano picante. Primer postre lleno de contraste con el toque picante del rábano.

* Pera en almíbar con helado de camomila. 

Para terminar el segundo postre lo acompañamos con vino Les Érables (Les Sablonnettes).

Tras la comida tomamos café en la puerta del restaurante, al sol del atardecer de la calle Real de Huerta del Marquesado... un lugar para perderse en la serranía conquense.