El de toda la vida

Local situado en una de las zonas más transitadas por el turismo (el margen del canal principal) y sin embargo los clientes que hay alli, al menos para cenar, son lugareños y la mayoría conocidos de la propiedad pues con el nombre de Augusto ha sido siempre conocido y así figura a la entrada; en las paredes clásicos azulejos portugueses perfectamente conservados y que anuncian que el nombre de Rossio ya estaba en 1963 fundado por Augusto y Luisa (ahora Ausgusto y Rocha).

Sillas y mesas sencillas con mantel de papel, cubiertos vajilla (grabada propia) y copas de local de barrio (ni más ni menos que lo que pretende). Eso sí con mucha cerámica en las paredes (¡atención a las puertas de los baños!) que se merecen fotografiarse y que transmiten una señal de limpieza importante. En el exterior tiene unas cuantas mesas que el frio y lluvia de hoy hace rechazar pero que seguro que con buen tiempo será recomendable. En el interior y con barrra al fondo un comedor cuadrado sencillo donde la gente cenaba viendo el futbol en la tele; además hay un comedor interior que no ví pero con entrada de gente en buen número.

El tema de vinos no es su fuerte como cabe esperar, así que optamos por 3 buenas cervezas de presión en generosa ración; también agua mediana sin gas. La carta de comidas es sencilla basada en el producto con predominio de origen atlántico y cocina casera. Un servicio amable, en portugués cerrado, efectivo y con salida de platos a buen ritmo.

Lo cenado entre los cuatro viajeros, después de la merienda de ovus moles y con el extra de pan y unas muy buenas aceitunas, fue el compartir una cena de tapeo:

. calamarcitos a la plancha (lulas grelhad): servidos con patatas y AOVE, más alguna aceituna negra: buenos, tiernos y todo acompaña bien.

. ensalada de la casa: con lechuga rizada y cebolla dulce. Para un vegetariano sin hambre.

. bandeja mixta de pescados fritos (peixe misto): con boquerones, merluza y bacalao: buen rebozado, buena materia prima. Bien.

. como compañía del pescado unas muy curiosas habitas con forma de riñón muy mantecosas, en ración muy abundante y con leve aliño. Sorprenden en positivo.

. pudin francés: ración de un flan grande probablemente en forma de anillo, de huevo huevo con una intensidad de dulce adecuada y su caldito jugoso. Recomendable.

. fruta preparada x 2: naranja solo ya que el resto ofrecido no acabó de cuajar.

Luego vimos pasar algunas gambas (langostinos) que hubieramos incluido de saberlo antes. Poca sobremesa porque el cansancio del viaje y primer día intenso recomendaba regresar pronto al reparador descanso que permita para mañana otro día intenso. Amen.

 

  1. #1

    Joan Thomas

    Una cena de tapeo tras una buena comida y una buena merienda. Que bien que te cuidas... Una RCP increíble.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Un sitio muy auténtico del lugar.
    Saludos

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