Cuestiones familiares me hacen estar por la zona y dado que cumplió en la comida y en esta ocasión de hacía necesario el horario de almuerzo, decidimos repetir visita. No hay "esmorzar popular al uso", es decir aquello de el gasto (cacus y aceitunas) bebida y café incluido y bocadillo de mayor o menor tamaño con escasa diferencia de precio. Aquí es una carta impresa con bocadillos más típicos de bar de barrio y cada petición va de forma diferenciada en el precio.
En un soleado día de otoño y con mesas en la amplia acera la predisposición es buena; el servicio con dos opciones: el amable y el que tiene prisa; tuvimos suerte.
Optamos por compartir 2 bocadillos medianos:
. atún con aceitunas: clásico donde los haya y que aceptamos la sugerencia de añadir tomate a la base del pan. Bien de relleno, buen pan y correcta mezcla. No puedes quejarte de nada.
. jamón con tomate: otro clásico que cumple bien porque el jamón es más que correcto con relleno aceptable en un buen pan que agradece el tomate.
En la bebida un doble de cerveza de presión y un café con leche. Rematé con un cremaet algo mejor que los del otro día.
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