Mini, mini, mini

Restaurante ubicado en la "dreta del eixampla" barcelonés en una finca regia de las que tiene la escalera entre los bajos creando así un gran local con muchos metros cuadrados en forma de U la decoración es de tipo industrial, tiene dos barras una con taburetes para comer en ella, dispone también de mesas altas y en la cocina la mesa del chef, sofás corridos adosados a las paredes y más mesas formando otra hilera, por cierto las mesas con sobre de madera y totalmente desnudas muy juntas unas de otras, el chef y propietario Víctor Ferrer con un dilatado curriculum en las mejores cocinas gestiona también el gastro bar Betlem en el local contiguo que desde 1892 y hasta aproximadamente 2015 fué un colmado donde se podian encontrar verdaderas exquisiteces y productos gurmet, uno de los colmados junto con Quilez, Murría, el desaparecido Ravell y algún otro muy apreciado por la burguesia catalana.

Al mediodia ofrece una especie de menú que denominan fórmula combi que se compone de un plato principal a elegir entre cinco y crema o ensalada del dia, postre y una bebida, dispone también de carta que está basada en tapas y platillos, optamos por la fómula combi y pedimos la ensalada que este día era carpaccio de tomate de temporada y otros tipos de tomate cortados en forma de dado acompañados de escarola, cilantro y presencia testimonial de tomate seco en aceite y arroz marinero de sepia y mejillones, arroz meloso muy bueno y gustoso con un muy buen fondo, la pega fue la cantidad, servido en un cuenco no pasaba de ser una tapa por la escasísima cantidad, de postre mini torrija con salsa de chocolate blanco y panacota de coco con salsa de frutos rojos, excelentes los dos.

Bebimos una copa de vino blanco del Penedés cada uno que estaba incluído en el precio del menú y una botella de medio litro de agua que cobraron aparte, tomamos dos buenos cafés

Al frente del local un servicio joven y desenfadado, el restaurante creo que está más indicado para gente joven y grupos, nosotros que no somos de grandes raciones encontramos que las cantidades que se sirven son realmente escasas.