TRas varios intentos fallidos por cierre para cenar en Montalcino, nos dejamos recomendar por el dueño del bed &breakfast donde dormimos y la dueña de una esplendida enoteca llamada la Grotta del Brunello donde pudimos degustar unas decenas de ellos ( recomendable para conocer Brunellos y tomar unas bruschettas).
El restaurante (osteria) estaba lleno de publico local en su mayoria y los camareros y camareras se volcaban en ellos, dejando de lado mesas como la nuestras.. en fin.. sin comentarios.
La carta muy extensa y local. Los brunellos subidisimos de precio a pesar de estar alli y eso nos hizo pedir un rosso muy bueno Capanna 2014 a 18 €.
Para cenar:
* Pinci o pici a l'aglione. Normalitos. Mejor los que nos haciamos en el apartamento y que comprabamos frecos
* Polpette . Croqueta de patata y carne. esta ultima se pareciaba poco
*Coniglio al rosto morro, O sea conejo guisado con hierbas. BUeno pero sin mas
QUedamos con algo de hambre y pedimos el unico tiramisu que hemos tomado en estas vacaciones. Malo malisimo. SOlo mascarpone sin gracia ninguna
53 € los dos. El que mejor nos habian hablado y que se llama Re di Macchia cerraba ese dia. ESte no lo recomiendo..
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