Ya esta casi todo dicho!

Bueno, cuando leo las opiniones sobre El Poblet, me da la sensación que casi todo esta dicho, y además por personas mucho más expertas que yo en temas culinarios. La verdad es que el local también exije ese nivel de pareceres. De modo que adjunto una copia del menú que probamos con algunos apuntes y me permito hacer un par de observaciones desde el punto de vista del neófito.
El lugar es singular. Preside la entrada una escultura de Toni Mari y hay un pequeño edificio anexo para uso de los fumadores (un gran, gran detalle). Cocina vista y bodega dignisima (Si hasta tiene mi querido Remelluri blanco!)
El recibimiento es amable pero no cordial. Pedimos una copa de vino blanco mientras esperamos unos amigos (un Caus blanco del Penede muy correcto). Detallo en la carta adjunta mis observaciones para cada plato. Servicio de pan: cuando lo presentan pienso: que mal, solo dos tipos de pan (blanco y con pasas!)y muy normalitos, insolito. Primer error: al finalizar la comida, me doy cuenta que practicamente no lo he probado. No me he dado ni cuenta de que estaba! Y es que lo que me iban sirviendo plato tras plato acaparaba casi toda mi atención. Elegimos un vino correcto (Mauro del 85), segundo error, solo bebiamos entre plato y plato, tan singulares y sorprendentes eran los sabores y las texturas de lo servido que no queriamos desvirtuarlos con un trago de vino por muy bueno que estuviese. Comimos con unos amigos muy queridos, teniamos temas de conversación pendientes: tercer error, no hablamos casi de los temas y mucho de la comida . Cerrabamos los ojos, oliamos, saboreabamos, nos reiamos, nos sorprendiamos, "bref", lo pasamos muy bien pero alrededor de esta comida. Cada plato un descubrimiento, nuevas sensaciones. Hay que comer muy despacio. Paladear cada bocado (que en algunos platos puede ser distinto del anterior bocado de ese mismo plato!!!), disfrutar los aromas, las texturas, la composición. Esto no es alimentarse, es placer puro, es experiencia, sensaciones, recuerdos incluso. Entonces, que mas da que las copas sean Riedel o Schott, los cubiertos de diseño (que no lo son y por ello son muy comodos)o no te sirvan unos petits fours con el cafe. Si hemos venido a sentir y la experiencia ha cumplido con creces nuestras espectativas.

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